Otra obra de ingeniería
El 'factor Pellegrini' se aviene en otra eliminatoria llamada a resolverse en detalles Le obsesiona dejar la puerta a cero mañana Eliseu no jugará, sí Schmelzer
Manuel Pellegrini se graduó como ingeniero civil en la Universidad Católica de Chile sabedor de lo efímero del fútbol. Lo que no esperaba es que la pelota le daría más réditos que una profesión que apenas ejerció. Aunque en Málaga nunca ha dejado de practicarla. Sus proyectos han pasado desde la esperanza que edificó para esquivar el descenso hasta este sueño de Champions tan bonito. En partidos así, emerge la figura del chileno. Prepara concienzudamente la táctica y sabe gestionar el ánimo de su plantel. En esas cuestiones ya ha demostrado su maestría. Las lecciones que comenzó desde el domingo ya han calado hondo en el grupo.
Lo que menos gustó al técnico del Málaga del sorteo de cuartos de final fue tener que jugar la ida en casa. La Rosaleda llena, como estará, es un seguro de vida en caso de tener que apuntalar o revertir un resultado, ya quedó claro ante el Oporto. Sabe que el Signal Iduna Park apretará mucho el 9 de abril y que llevar un resultado muy favorable allí será complicado. Así que la primera consigna ha quedado clara en estos entrenamientos: calma. La eliminatoria son 180 minutos. Y ante no encajar un gol o meterlo, elige lo primero. El cero en la portería es un seguro de vida para la vuelta; un motivo de nervios para el rival. Estos días, Pellegrini no para de solicitar inteligencia a los suyos para que no pierdan de vista esa idea nuclear.
Luego estará lo que salga de su chistera. Contra el Rayo Vallecano aplicó una idea que venía ensayando tiempo atrás pero que no se atrevió a probar hasta encontrar un escenario más propicio: Julio Baptista como delantero. Tuvo que dosificarlo ante el Espanyol por estar recién salido de una microrrotura, así que lo pospuso hasta Vallecas. Si hay opción a que sorprenda con un giro táctico, es ésta. No desde el principio, ya que Santa Cruz será titular, pero sí que la manejará como una baza en función de cómo se dé el choque. Transmite calma su lectura de los duelos europeos. Sus cambios ante Zenit, Milan o la vuelta del Oporto, sin ir más lejos, fueron otra obra de ingeniería del técnico del Málaga.
Con la duda de quién acompañará a Toulalan en el centro del campo, bien Camacho, bien Iturra (la amenaza de sanción resta opciones al ex del Murcia), lo demás está bien claro. Se queda sin la opción del comodín con Eliseu. El luso tuvo que seguir ejercitándose ayer al margen del grupo tras recaer de su esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. Otro partido de Champions sin poder contar con uno de sus jugadores más desequilibrantes, sin poder disponer de un revulsivo ni de otras variantes tácticas. Aun así, considera que no hay excusas en las ausencias, que el equipo será competitivo pese a todo.
Algo similar estará pensando Jürgen Klopp, quien no podrá contar con Hummels, pero al menos se ve aliviado con la presencia de Schmelzer. El lateral alemán, a pesar de fracturarse la nariz el pasado sábado contra el Stuttgart, pidió públicamente actuar con una protección. "Lo estoy haciendo bien. La nariz fue cosida y se enderezó para no perder tiempo, porque quiero jugar el miércoles, pero con una máscara", señaló el zaguero en su perfil de Facebook. Incluso puede que lo haga sin ella.
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