"No pensábamos que fuera tan fácil"

Carlos Barbero cuenta exultante su experiencia. Un Campeonato de Europa de balonmano lo merece. La selección española junior se resarce con su título logrado el domingo en Ankara de la derrota sufrida dos años antes en la misma final continental contra Croacia. Entonces ambos bloques eran juveniles y las medallas de oro las colgaron los jugadores croatas. El meta malagueño se trajo un amargo subcampeonato. Dos temporadas después, ambos bloques se vieron nuevamente las caras en el encuentro definitivo. El desenlace, afortunadamente, no se repitió. Ganó España y de forma contundente. Triunfo por 34-21 para una selección que pega fuerte. "Para nada podíamos pensar que fuera tan fácil. Teníamos mucho respeto a Croacia", relata Barbero a su llegada ayer a Barajas. 16 años han hecho falta para que España vuelva a lucir en su vitrina un trofeo continental junior.

El portero, pieza importante en el combinado dirigido por Alberto Suárez, considera este título europeo como confirmación de una generación que no puede pintar mejor. En los últimos dos Europeos y Mundial, oro y dos platas. Espera otra cita mundial en Bosnia. "Imagínate, llevamos tres años intentando esto. En el anterior Europeo nos quedamos a las puertas, en el Mundial de Argentina igual, así que estábamos en una nube", explica Barbero, que destaca las ganas de revancha del grupo. "Croacia nos ganó durante el torneo y ya queríamos quitarnos la espina de los últimos torneos", añade.

No todo fueron risas. La semifinal ante Suecia (26-23) necesitó de una prórroga para decidirse. "Ahí pasamos un poco de apuro. El balonmano en Europa es súpercompetitivo", apunta.

Los Juegos de Londres se presentan como una oportunidad de medalla para la expedición española. Barbero no se lo perderá. Sueña con alcanzar la absoluta, pero es cauto. "Me encantaría, pero eso nunca se sabe. Si sigo con esta progresión, me acompaña el físico y continúo jugando partidos, me veo con opciones. Pero no digo que voy a estar ahí seguro, ¿eh?", dice entre risas.

Tendrá minutos en el Quabit Guadalajara de Asobal. Tras dejar el Ángel Ximénez de Puente Genil, le llega su momento en la élite. "El principal objetivo es estar a la altura. Jorge Gómez es el titular y ha dado el nivel. Espero que hagamos buena pareja y mantengamos la categoría", señala.

Criado en la prolífica cantera de Maristas, de Barbero destacan su corpulencia (mide 1,95 metros) y excelentes reflejos. También pasó por Granollers. Compaginará su salto a la Asobal con sus estudios de Arquitectura: "Es difícil estar alejado de la familia en los malos momentos, pero ir a Guadalajara es de lo mejor que me ha pasado".