El plan B entra en escena

Mark Payne, Troy DeVries, Álex Abrines y Augusto Lima más Joel Freeland o Luka Zoric. Apunten este quinteto. No sería nada descabellado verlo esta mañana sobre el parqué del Palacio de Deportes de Murcia durante algunos minutos. Puede resultar anecdótico pero el dato esconde un realidad preocupante. Ilusionante quizá por la juventud de algunos de estos nombres, pero decepcionante vista la plantilla y los objetivos del equipo a principios de temporada. Este no era el plan.

Pero no está el panorama como para dejarse llevar. La involución iniciada el pasado 14 de enero parece no tener fin. Se ganó al Blancos de Rueda en Valladolid y al Lucentum en casa, se sustituyó a Chus Mateo por Luis Casimiro, se fichó a Troy Devries, se prescindió de Gerald Fitch... Nada ha podido de momento detener la destrucción de un proyecto que amagó en los primeros meses con una campaña de éxitos. Quizá si las medidas se hubiesen tomado a su debido tiempo...

Casimiro ha llegado, ha visto y ha obrado en consecuencia. Después de tres semanas no ha tenido más remedio que tomar cartas en el asunto. Su enfado con determinados jugadores y con la actitud general del equipo tras ver cómo se bajan los brazos a la menor dificultad o cuando llegan los momentos de la verdad le ha hecho recapacitar. Para él ha sido algo nuevo. Y acude a Murcia (12:30, Canal Sur 2) con un plan B con el que intentar seguir agarrado a las opciones de play off.

El motivo de este cambio nace en el pobre rendimiento de la pareja de bases. Rowland y Valters no parecen los tipos más fiables a los que encomendarle la misión de dirigir la nave en medio de la tempestad. Al técnico le han defraudado las dos últimas actuaciones del letón y no termina de convencerle el búlgaro de pasaporte. Sí le gusta más Mark Payne, al que ha alabado desde su llegada a Málaga por su capacidad para leer el juego y dotar de mayor sentido al ataque que pretende. Su condición de extracomunitario le había cerrado la puerta hasta ahora, pero Casimiro ha decidido apostar. Payne por Darden. El alero ha sido el sacrificado y, con o sin vendaje en su mano izquierda, no jugará hoy. Varía así la pareja de extranjeros con el objetivo de mejorar la posición de base, a lo que se une la incorporación de Álex Abrines, inédito en la etapa Casimiro por unas molestias en la rodilla. Su presencia cubre la baja de Darden en el perímetro y devuelve a la escena a la que estaba siendo la gran sensación de la temporada cajista.

Cambia el plan, pero no el objetivo. Las derrotas van cayendo pero sigue estando ahí, a un triunfo. Seis jornadas por disputar y tres, cuatro victorias que amarrar. Cuentas preocupantes que convierten el duelo de hoy ante el UCAM Murcia en un auténtico drama. Visto lo de Madrid y Manresa hay poco que esperar, pero la semana ha sido complicada. Las duras críticas que el entrenador ha dirigido a la plantilla buscan tocar el orgullo y una reacción inmediata. Los jugadores dicen que toca hablar en la pista. Pues eso. Hablen.