Un primer cuarto accidentado
El Unicaja empieza a acostumbrarse a los retrasos en su retorno a los play off. Si en el último partido ante el Gran Canaria se rompió un aro en el Martín Carpena, ayer le tocó estropearse a los relojes del Palacio. Con apenas 13 segundos disputados y tras la canasta inicial de Rudy Fernández, los árbitros se vieron obligados a parar el encuentro ante el fallo de uno de los relojes de canasta. Durante 15 largos minutos, ambos conjuntos retomaron el calentamiento a la espera de que los operarios del pabellón solventaran el problema.
Tras ese parón, el Unicaja de Joan Plaza entró al partido con un arreón tremendo. Parcial de 4-14 para los malagueños que se empezaban a distanciar en el marcador con una facilidad pasmosa ante un Real Madrid que no era capaz de ver el aro cajista con facilidad. Fue justo en ese instante cuando el reloj de la otra canasta empezó a fallar. Nuevo parón para ambos equipos, que volvieron a realizar ejercicios de tiro y de calentamiento a mediados del primer cuarto.
El reloj frenó un excepcional arranque de los malagueños, que pese a todo pudieron marcharse con una mínima ventaja al final del accidentado primer cuarto.
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