La redención de Borja
Los malagueños olímpicos · Borja Vivas, atleta
El atleta malagueño tiene la oportunidad en Río de dejar atrás su mala experiencia en Londres 2012. Llega en la mejor forma posible a los que serán sus segundos Juegos Olímpicos.
La ficha.- Localidad: Málaga. Edad: 32 (26-05-1984). Peso: 140. Estatura: 2,04. Palmarés: Plata en lanzamiento de peso en el Europeo de Zúrich (2014). Oro en los Juegos Mediterráneos de Mersin (2013). Oro y bronce en la Copa de Europa de Lanzamientos de Castellón (2013) y Bar (2012), respectivamente. Siete veces campeón de España Absoluto al aire libre.
Su camino en los juegos
Jueves 18 de agosto: Calificación lanzamiento de peso (14:55).
Final lanzamiento de peso (01:30, viernes 19 hora española).
Borja Vivas vuelve a unos Juegos Olímpicos cuatro años después de su primera experiencia en Londres. Aquel día no sería el del malagueño. El inmenso escenario, el graderío a rebosar y la sensación de consecución de un sueño hicieron que el atleta español se apagara. Ahora llega a Río con la misión de resarcirse. El mero hecho de volver a llegar es un premio para él, pero hay una serie de factores que le invitan a pensar que su historia puede seguir acrecentándose en suelo brasileño. Su estado de forma, la fortaleza mental que ha adquirido, sus buenas sensaciones en los entrenamientos y la compañía de Tomás Fernández, su entrenador de toda la vida, le permiten pensar en que puede dar un paso más el jueves 18 de agosto.
"Ya se va acercando la fecha y ese nerviosismo y esas ganas van creciendo. Ya hemos recibido el material, el uniforme y demás enseres. Ya se hace realidad. Obviamente, con la selección se daba por hecho, pero esto te pone nervioso. Empezamos ya a salir en los medios, la tregua del fútbol nos va a venir bien para darnos un poquito de protagonismo", bromea Borja ante la cercanía de los Juegos. A estos llega en un momento excepcional de su carrera como atleta. El último año fue negativo en cuanto a lesiones y molestias, ahora "están completamente superadas". "Sí es cierto que tengo unas pequeñas molestias entre la pierna y la cadera -aclara-, pero no me afectan al lanzar. Por ejemplo, para conducir me mata, no puedo estar más de diez minutos subido al coche". Para lograrlo, otro factor determinante ha sido su peso, que no ha bajado pero sí ha cambiado: "He conseguido pesar lo mismo que la temporada pasada, he cogido kilos de músculo y los he perdido de grasa. El peso es el mismo pero he conseguido transformar tres kilos y ahora estoy más saludable. Se nota mucho a la hora de tirar. Ahora estoy en el mejor momento de forma posible, vamos a esperar los resultados".
El estado mental de los atletas en este tipo de competiciones juega una baza de mucho peso en el resultado final. Define el éxito o el fracaso.
Recientemente, el lanzador malagueño ha sufrido una transformación en su cabeza: "En pista cubierta pasé un bajoncillo anímico. Estaba entrenando muy bien e hice la mínima a principio de temporada. Para mí fue un espaldarazo, pero el ansia que tenía por pasar del 20.70 a los 21.50 sin ir paso a paso me terminó cargando. Cambié la mentalidad, me centré en metas más cortas y disfruté de mi entorno y mis amigos. Todo eso se ha notado".
Otro aliciente que le permite a Borja pensar más que nunca en positivo son sus buenos lanzamientos en los últimos entrenamientos en Carranque, su casa. "Mejoré incluso marcas mías entrenando. Si todo va bien, debería estar lanzando por encima de 21 metros. Se está notando ahora mismo como vamos más hacia arriba, vamos en alza. En el Europeo esperábamos superar los 20.50 metros, pero no pudo ser".
Y si algo realmente hace diferenciar esta cita en Río de Janeiro con la de Londres es la compañía de Tomás Fernández, el entrenador que le ha visto crecer, tras su no inclusión hace cuatro años: "Es una ilusión enorme. A él le ha cambiado el carácter. Lo tienes que ver cuando va a entrenar. Yo he tenido la oportunidad de ir a Londres y nos quedaba ir a unos Juegos. Soy sincero y ya he llegado al tope, obviamente una medalla olímpica siempre se piensa, pero deportivamente, poder ir a unas segundas Olimpiadas ya era algo casi impensable, pero poder ir con tu entrenador de toda la vida es una alegría inigualable".
El simple hecho de que él esté a su lado en estos Juegos puede darle un plus deportivo: "Competir va a ser inigualable con él, ya sólo las directrices que él me pueda dar, no es igual que ir con un técnico de la Federación. Vamos a estar muchos días antes [desde mañana] y él me guiará en los entrenamientos previos en los que si no estás centrado, puedes echar a perder la temporada. La cabeza es así, desconectas con facilidad. Tener al entrenador de siempre allí me beneficiará". De hecho, el billete de Tomás estuvo comprometido hasta última hora. Curiosamente, la clasificación para Río de la selección española de Rugby puso en riesgo su viaje por el cupo de técnicos: "Sí, es verdad que aún no se sabe si podrá estar todo el periodo o la mitad, pero las olimpiadas las va a vivir. Ojalá sea desde el principio hasta el final. Para él, esto es lo más grande que ha podido vivir, con su atleta, su primer atleta desde que empezó como entrenador".
Con esta coctelera repleta de buenas sensaciones, el objetivo de Borja debería ser sorprender a todas las casas de apuestas y lograr el oro, pero sus metas son otras: "Intento no marcarme objetivos para no presionarme, pero si es verdad que algo idílico sería meterse en la final. Estar entre los 12 mejores del mundo en una final marcaría una antes y un después en mi carrera. Eso está al alcance de muy pocos. Si ya fue complicado meterse en el Europeo, imagínate si le añades a los americanos. El objetivo podría ser hacer 20.30 o 20.40 para pasar a la final y después, por qué no, soñar".
Llega a Río tras un discreto octavo puesto en el Campeonato de Europa, donde la fortuna y las condiciones no sonrieron, y la séptima medalla de oro en el Campeonato de España al aire libre. Para Borja, "estos Juegos son especiales", ya que su cabeza ya piensa en la posibilidad de que sean los últimos: "Soy consciente de que será difícil llegar a los siguientes Juegos de esta forma. Ser olímpico es muy difícil, repetir más aún, pero aguantar para una siguiente me parece impresionante. Por eso, cuando cuentan historias como las de María Peláez, que ha sido olímpica en cinco ocasiones, me parece increíble".
El zika esta siendo uno de los protagonistas de estos Juegos de Río y Borja lo explica sin tapujos: "Es una fiebre normal y algo de diarrea. El riesgo está después, que parece ser que no puedes dejar embarazada a nadie en 54 días, textualmente. Me planteé la posibilidad de congelar el esperma pero al final lo descarté". El malagueño se quejaba de la poca implicación de la Federación con este tema que tan sólo ha facilitado algún curso online.
"La historia va a estar entre un americano, Joe Kovacs, un joven nigeriano, Stephen Mozia, y el alemán David Storl. La experiencia y el bagaje hacen mucho", explica Borja sobre los posibles candidatos en su disciplina. Las medallas en el atletismo español se las coloca a Beitia, Miguel Ángel López y Bruno Hortelano. Él sólo quiere disfrutar de un nuevo sueño.
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