Atletismo
  • El lanzador malagueño competirá por última vez este fin de semana en el Campeonato de España y este miércoles recibió un homenaje en el Ciudad de Málaga de toda la sociedad malagueña

El adiós del coloso Borja Vivas

Borja Vivas, emocionado, en su homenaje. Borja Vivas, emocionado, en su homenaje.

Borja Vivas, emocionado, en su homenaje. / Marilú Báez

Borja Vivas Jiménez (Málaga, 1984), uno de los mejores atletas y deportistas malagueños de la historia, dice adiós. Acaba su extensa y exitosa carrera este fin de semana en el Campeonato de España, en Getafe. Será la última vez que tome la pesada bola de 7.26 kilogramos que lanzó miles de veces, hasta 21.07 metros la ocasión que más. Competirá por el podio, acaso por el título, y se acabará una dilatada historia de casi 25 años ligada a este deporte. Este miércoles fue homenajeado en el Ciudad de Málaga por el atletismo y la sociedad malagueña. Un emotivo acto con responsables de todos los estamentos, de su club, el Atletismo Málaga, del que es vicepresidente. Con su familia, la sanguínea y la atlética, que confluyen. Una bonita despedida antes del adiós definitivo.

La relación de Borja Vivas con el peso comienza cuando tenía 13 años. "Vivimos a 100 metros de Carranque y recuerdo ir con mi madre, que se quedaba allí sentada al principio hasta que ya fui más grande, y empezar en las escuelas municipales. Era muy introvertido de niño, el atletismo me sirvió para formarme y para abrirme al mundo, sólo por eso ya me valió la pena", rememora Vivas, que poco a poco fue progresando y llamando la atención de los técnicos. Con 16 acababa la escuela y empezó a tutelarle Tomás Fernández, el único entrenador que ha tenido en su carrera. "La lealtad es uno de los principios que tengo, no me planteé el dejarlo. Cuando a uno no le salen los resultados lo fácil es cumplir al otro y cambiar radicalmente. Nos ha ido mejor o peor, con nuestros más y nuestros menos. Cuando voy a los colegios y me piden que dé una charla es una de las cosas que digo. Que a la persona que te ha sacado cuando no eras nadie la abandones no lo veo muy bien. Él me pilla con 16, los primeros, ya ahí cuando ya entré en el Nerja y ahí surgió la amistad. Desde entonces estuvimos entrenando. Al principio hacía disco y peso. Alguna vez el martillo o la jabalina porque hacía falta en la liga de clubes, pero era malísimo, la jabalina caía al revés", recuerda divertido el lanzador malagueño.

Borja Vivas el día que hizo la mínima para Río'16 en Carranque. Borja Vivas el día que hizo la mínima para Río'16 en Carranque.

Borja Vivas el día que hizo la mínima para Río'16 en Carranque. / javier albiñana

"Al final los resultados iban llegando, pero nunca perdí esa sensación lúdica de ir a Carranque a pasármelo bien. Llegó ese momento cuando entré en la universidad cuando iba a clase y entrenaba mañana y tarde, ahí me di cuenta a lo mejor de que era más una profesión. Llegó el palo clásico de novato, me he considerado buen estudiante, sacaba buenas notas en el Bachillerato, pero entras en la libertad de la universidad, que tienes que organizarte y además entrenaba... Aprobé una el primer cuatrimestre. Me senté con mis padres a hablar. Me dijeron que lo compatibilizara y que me lo tomara de otra manera el estudio. Era duro, veía a mis amigos avanzando y la carrera me la saqué en seis o siete años, pero en esos años sí era el atletismo lo más importante", recuerda el atleta malagueño: "Pero sí he intentado intentar mantener ese recuerdo del atletismo como diversión. Mi familia ha girado en torno a él, mi mujer hacía atletismo. Nunca podré olvidar que estaba lanzando en los Juegos de Río y mi mujer, Vicky, se adelantó 10 días en el parto y no estuve en el nacimiento de mi primera hija, Lucía. Se fueron los planes. La segunda fui más precavido y cuadramos fechas, para que pudiera estar cuando nació Paula".

Hubo un momento, a los 25 años, en el que la carrera de Borja Vivas cobra otra dimensión. Va mejorando marcas, rebasa los 20 metros y le gana a Supermán Martínez, el mejor lanzador de la hsitoria de España, medallista olímpico y mundial. "Fue el mismo año, lancé 20 metros en Carranque. No venía a cuenta, no estaba para tirar eso, pero salió. Superamos esa barrera a principios de temporada. Ese mismo año en pista cubierta le gané a Manolo Martínez. Superar los 20 metros entonces en 2009, por suerte o por desgracia, era tirar mucho, ya podías tener mínima para grandes campeonatos", relata el de Carranque, que ya compite en el Mundial de Berlín en 2009, allá donde Usain Bolt destroza el récord mundial de 100 metros, aún vigente. Y llegan los títulos nacionales, una quincena.

El malagueño, en los Juegos Olímpicos de Londres'12. El malagueño, en los Juegos Olímpicos de Londres'12.

El malagueño, en los Juegos Olímpicos de Londres'12.

El lanzador malagueño entra en una dinámica que le llevaría a dos Juegos Olímpicos (2012 y 2016), cuatro mundiales al aire libre (Berlín’09, Daegu’11, Moscú’13 y Pekín’15), europeos y mundiales en pista cubierta y participaciones en los Juegos Mediterráneos, Campeonatos Iberoamericanos y la Copa de Europa de lanzamientos. Fijo ya en el equipo nacional, hay otro punto de inflexión en 2012. "Conseguí ir a los Juegos Olímpicos de Londres, hice mínima y hubo un momento, quizá por ser novato, en el que simplemente haber hecho la mínima era importante y estaba satisfecho. Pero no lo hice bien. En mi interior dije que ello no podía repetirse, quedarme muy lejos de mis marcas en la competición. Y hubo un cambio de mentalidad", precisa Vivas.

Vinieron los mejores tres años de su carrera, especialmente el mágico 2014, en el que es subcampeón europeo en Zúrich al aire libre y consigue rebasar por única vez la barrera de los 21 metros, los 21.07 metros que son el récord de los campeonatos de España, donde dirá adiós. "Ahí me vi en lo más alto, ya tienes marca para competir en la Diamond League, esa sensación de estar codeándome con la élite, con los mejores. Me quitaron el bronce en el último tiro del Europeo de 2015 en pista cubierta después de un concurso en el que tiré cinco veces por encima de los 20 metros. Pero son momentos que te pasan muy rápido y lo piensas porque después no lo he podido repetir. Hace dos días tiraba esto y ahora no. ¿Qué ha pasado? Era algo más mental, en 2014-2015 tenía esa sensación de que en cada competición hacía marca personal, de que físico, técnica y mente iban perfectos y juntos. 20.50 era obligado, era una sensación de que todo iba bien. En esa época podía llover o no tener una buena bola, que siempre iba mejorando. Si sabes lo que viene después lo hubiera disfrutado más, pero iba todo muy deprisa", cuenta el malagueño.

Borja Vivas celebra en Sevilla, con Manolo Martínez en primer plano. Borja Vivas celebra en Sevilla, con Manolo Martínez en primer plano.

Borja Vivas celebra en Sevilla, con Manolo Martínez en primer plano.

"Tenía un molestia en el psoas y me mermó, pero no he tenido lesiones serias salvo la rodilla. Es la espinita, si llego a saber cómo me respondería me hubiera operado antes. Siempre me molestó la rodilla derecha y me lesioné de la izquierda. Te operan y te tiras seis meses. Los dolores que tenía eran constantes. Ahora estoy completamente curado. Cuando deje el atletismo, por ahora no salen, vendrán las molestias, ya me advirtieron. Ahora toca un pequeño descanso mental de competición, del alto rendimiento. Estoy un poco saturado. Cuando ese parón lo tenga, el cuerpo te pedirá hacer deporte y tendré que hacerlo para que no salgan problemas después", reflexiona Borja Vivas, que no dejó de formarse. Se sacó la carrera de Empresariales en la UMA y después en la UCAM la de Administración y Dirección de Empresas y un master de dirección deportiva. Esos tiempos de lesiones y dudas le hicieron virar también profesionalmente para que el golpe del día después del deportista no fuera tan dura. Tiene una academia de preparación de oposiciones al tiempo que es vicepresidente del Club Atletismo Málaga, al que seguirá ligado tras su retirada.

"Bendito momento en que decidí poner en marcha la academia. Estaba un poco perdido con la rodilla hace unos años, me planteé el tema de la retirada. No poder lanzar, el futuro, qué va a pasar... Fue un momento duro pero tuve más asimilado lo que ahora viene. Me han achacado no centrarme sólo en el atletismo, me decían 'si entrenaras más'... Pero tenía la cabeza distraída y la vida da muchas vueltas. No me planteo ser entrenador, ya con la gente de la academia trabajo eso. Lo del club de atletismo tiene una labor, busca ropa, patrocinadores... No es tan simbólico. El vínculo lo voy a seguir manteniendo. Sé que hay cosas que no viviré más, pero creo que han sido 25 años en los que he disfrutado de este deporte", acaba Borja Vivas, que por última vez se pondrá este fin de semana la ropa para lanzar. Antes, recibió el reconocimiento del atletismo y de las autoridades malagueñas en el adiós de uno de los mejores atletas y deportistas que dio la provincia. El coloso de Carranque.

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