Aunque había fallado el siete metros que hubiera dado la victoria en el tiempo reglamentario, Silvia Arderius fue una de las que levantó la mano para lanzar en la tanda de penaltis. La gloria es para los valientes y ella lo fue. Luego contaba qué sintió antes de meter uno de los goles más importantes de la historia del Rincón Fertilidad Málaga. "Me acordé mucho de mi hermana al lanzar los penaltis porque si llego a fallar, me lo hubiera recordado toda la vida", explicaba la madrileña, que resumía un duelo de una exigencia altísima: "Fue un partido intenso, muy duro, y sólo puedo decir chapeau por el equipo. Cuando lo tienes de cara con el marcador encarrilado, que te lo den la vuelta es muy complicado. Si fuera un partido de Liga, sería el típico que te diría que vale algo más que dos puntos". 

Otro nombre propio fue Merche Castellanos, que paró un penalti en la tanda y lo indecible hasta llegar ahí. Su fiabilidad bajo palos es encomiable. "La verdad es que estuve tranquila en la tanda, pensando sólo en tratar de parar los lanzamientos. Jugar en casa tiene la ventaja de que, aunque hay poco público por la situación, te ayudan a tirar para adelante", comentaba la manchega, mientras Suso Gallardo sacaba sus conclusiones: "Comenzamos dominando y luego Liberbank Gijón metió su ritmo. Tuvimos una grandísima defensa acompañando también el gran trabajo de la portería. Nuestro rival tiene a una de las mejores entrenadoras de la Liga y creo que vivimos un partido digno de una final. Fue un partidazo para el espectador, no apto para cardíacos", terminaba el entrenador malagueño.