El suicidio de Enke deja a Alemania consternada
Bundesliga
El portero alemán sufría graves depresiones y miedo al fracaso desde hacía varios años
Alemania vivió ayer en estado de shock el día posterior al suicidio de Robert Enke, portero de una selección alemana de fútbol devastada anímicamente e incapaz de jugar el amistoso del sábado frente a Chile.
Enke, que se suicidó el pasado martes a los 32 años, era una persona callada, tranquila y educada. Se había convertido en poco tiempo en uno de los mejores porteros del país y era vitoreado por sus miles de fans, que desde que se conoció la noticia, se acercaron en tropel al estadio del Hannover 96 para encender velas en su memoria.
Después de escribir una carta de despedida disculpándose ante su familia y su médico, Enke decidió quitarse la vida y poner fin a sus miedos para siempre. Murió al ser atropellado por un tren. Enke sufría graves depresiones y miedo al fracaso desde hacía varios años. El deportista quiso guardar en secreto su enfermedad para proteger su vida privada y su carrera, explicó en una emotiva rueda de prensa en Hannover su viuda, Teresa.
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