Manuel Pellegrini está cansado de que su futuro sea el tema de conversación. No en vano, en sus últimas tres comparecencias, que se han desarrollado en un breve intervalo de cinco días, ha tenido que lidiar con varias preguntas. Se mantiene siempre estoico, la respuesta es la misma se enfoque desde donde se enfoque. Aunque ya hay una cosa que parece tener bien interiorizada. "Cuando termine el año el futuro del Málaga seguramente no se va a saber", masculló ayer. Un motivo que, como ya se conoce, le pone más cerca de la puerta de salida, puesto que el club vincula el próximo proyecto a acabar o no en Europa y él opta por unos condicionantes más referidos a lo estructural que a lo deportivo.
En cuanto a sus circunstancias personales, quiso mandar un mensaje de aplazamiento ante tanto rumor que le acompaña sobre sus intenciones, siempre alejadas del banquillo de La Rosaleda. "Cuando perdemos siempre se habla que tenemos la cabeza en otro lado. Yo creo que no, estamos centrados en la parte deportiva. En este momento tengo mi futuro aparcado, pienso en terminar mi campaña con Málaga. No es un tema fácil, lo hemos conversado entre nosotros y queremos sacar los puntos y después habrá circunstancias que analizar en el momento adecuado", remarcó el entrenador chileno.
Pero su posición en el mercado es actualmente uno de los dulces para los clubes que ansían un nuevo aire. De hecho, se avecina un baile de entrenadores importantes que precisamente abrirá Jose Mourinho. Su cantada marcha al Chelsea provocará un efecto dominó que puede salpicarle. Eso contaban ayer los compañeros de La Jugada Málaga, de Canal Sur. La réplica llevaría a Carlo Ancelotti a cambiar el Paris Saint Germain por el Real Madrid y los galos habrían elegido ya a Pellegrini como su sustituto. Además, lo acompañarían con una proposición muy importante por Isco, al que también pretenden. Si bien a día el Manchester City ha sido el equipo que más fuertemente se ha postulado para hacerse con ambos este verano.
Escenarios que no interesan al técnico, como tampoco el hecho de saber que si el Málaga logra puntuar en el Bernabéu hará matemáticamente campeón al Barcelona. Ya lo propició hace cuatro años. Ganó por 3-2 al Madrid (bastaba el empate) a tres jornadas de que acabara la Liga. Curiosamente, una semana antes evitó el alirón del Barcelona en el Camp Nou. Cuando la fiesta ya estaba preparada, un tanto de Joseba Llorente en el minuto 92 anotó el 3-3 y frustró los fastos. El premio tras hacer campeón al eterno rival fue fichar como entrenador del Real Madrid semanas después. "Mientras las matemáticas den hay que tener ilusión, pero descontarle 12 puntos al Barcelona sería algo extraño. Querrán hacer un gran partido ante su público y antes de la final de la Copa", dijo al respecto el Ingeniero, quien volvió a mostrar su elegancia al ser preguntado por Mourinho: "Cualquier cosa que diga va a causar problemas o polémica y no lo pretendo. Su técnico tendrá que valorar su relación con él".
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