Un tramo para calibrar el nivel
El calendario se empina y con ello Pellegrini testará la profundidad de su plantilla · Monreal: "Serán meses muy exigentes"
Con Málaga eufórica celebrando el pase a la fase de grupos de la Champions, Manuel Pellegrini hizo un llamamiento a la concordia desde la misma Atenas. "Con un plantel de 16 jugadores no podemos competir", vino a decir el chileno, que aún no contaba con los Saviola, Iturra, Santa Cruz y Onweyu. Tampoco ellos estarán al cien por cien hasta el paso de unas jornadas. Pero el calendario se empina desde ya. Es el gran miedo del Ingeniero, que confía en el buen rendimiento de los suyos a corto plazo y teme los efectos colaterales de jugar tres competiciones.
Si hay que adaptarse a un año de curvas, las primeras tuercen la esquina desde mañana mismo. Llega el Levante, siempre rocoso, incómodo. El reto físico y futbolístico añade el mental, el de centrar los cinco sentidos cuando tres días después se levanta el telón de la Liga de Campeones. Además, en casa, con toda la importancia que tiene arrancar la competición logrando una victoria. Ya hay dos precedentes al respecto, optimistas además: se ganó al Celta (0-1) días antes de hacer lo propio con el Panathinaikos en la ida del play off de Champions (2-0); se dio buena imagen ante el Mallorca (1-1) con un equipo plagada de suplentes antes de que los titulares sujetaran a los griegos en la vuelta (0-0).
Convivir con el cambio de chip de una competición a otra se hará sentir a lo largo del próximo mes. Ya se conocen los horarios ligueros hasta la jornada séptima. Habrá cuatro días para digerir la resaca del Málaga-Zenit. Hay que ir a San Mamés, donde los leones siempre aprietan a pesar del mal inicio a consecuencia de los culebrones con Javi Martínez y Llorente.
El sábado 29, el día en que se jugará el primer duelo regional andaluz de la Liga, Málaga-Betis, volverá a obligar a poner los cinco sentidos en la Liga. El 3 de octubre toca afrontar la primera salida de la temporada en la competición continental, Anderlecht. Ese periplo de gran intensidad se cerrará esa misma semana visitando el Vicente Calderón, donde Falcao ha comenzado a un nivel muy alto. Lo curioso de este choque, que se jugará el domingo 7 de octubre, es que arrancará a las 21:30, cuando esté dando sus coletazos finales el primer clásico liguero entre Barcelona y Real Madrid.
En ese tramo se empezará a vislumbrar el futuro en el grupo C de la Liga de Campeones; en la competición patria quedará tiempo por delante, pero los más precavidos quieren llegar cuanto antes los 42 puntos que marcan la salvación virtual (se tienen muy presentes los descensos de Celta o Villarreal el año de su debut en la competición). Al respecto se manifestó Monreal ayer. "Hasta final de Navidad tenemos un calendario cargado y, en ese sentido, van a ser unos meses muy exigentes, cargado de emociones", aseguró el lateral navarro.
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