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El vestuario habla de "cautela" y de "tener los pies en el suelo"

  • Mateo, Garbajosa, Jiménez y Archibald coinciden en que hay que controlar la euforia

El exceso de euforia suele traer consecuencias desagradables. Se engrandece el ego y se pierde el respeto al rival. Por eso, el vestuario cajista hace un llamamiento a la mesura en el momento más feliz de la temporada. Se va por el buen camino pero se quiere evitar cualquier relajación.

"El equipo va para arriba pero ahora es un momento peligroso. Esta noche [por el sábado] hay que estar contentos, hay que disfrutarlo pero a partir de mañana [por el domingo], hay que tener mucha calma, porque como cometamos el error de levantar los pies del suelo nos podemos llevar una buena hostia". El discurso es de Jorge Garbajosa instantes después de consumar la mayor paliza en la historia de la ACB y refleja el sentir general de la plantilla. Lo rubrica Chus Mateo: "No hay que descuidarse. Hemos de controlar la euforia, tenemos que seguir con los pies en el suelo porque aún no estamos matemáticamente en el play off. Tenemos que seguir trabajando, nos quedan seis partidos por delante y hay mucha competencia". El técnico se pone en lo peor y ya piensa en cuál debe ser el comportamiento del equipo cuando se corte la buena racha. "Seguro que aún podemos tener algún traspiés en los partidos que quedan, pero cuando eso suceda debemos saber que no pasa nada, que la liga es muy dura y a veces ganas y a veces pierdes, pero lo importante es que no te dejen tocados en ningún sentido, que no pierdas la noción de dónde estás ni de lo que tienes que hacer cuando sufras un traspiés".

Toma el testigo en el discurso otro peso pesado del vestuario: Carlos Jiménez. "Hay que mantener la cautela pero también tenemos ganas de disfrutar un poquito. Que cada uno se marque su límite y que sea consciente de que hay que seguir trabajando, que ahora tenemos una salida difícil a San Sebastián y que hay que afianzar esta escalada que tenemos ahora en el play off y luchar por tener el premio de conseguir luego grandes objetivos", comenta el alero, que valora así su regreso a las pistas después de dos meses: "Tenía miedo de que en algún momento el ritmo de partido fuese superior a lo que yo pudiera aguantar. A nivel de ritmo estaba muy mal. Se trata de superar ese umbral de cansancio para que pueda tener lo mejor posible las sensaciones de la rodilla porque si no te dejas llevar. Estoy contento porque he pasado el primer examen".

La puntilla la pone Robert Archibald: "La euforia sólo nos va a afectar si nos relajamos. Como profesionales tenemos que entender por qué estamos ganando ahora. Y eso viene desde el trabajo en los entrenamientos y desde el compromiso de los jugadores".

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