La vocación como único argumento

Un humilde coche, en el que la ilusión y las ganas pueden con la desidia y el cansancio, circula por la A-92 procedente de Granada con dirección a Málaga tres días por semana, como mínimo, durante todo el año. Este es el precio que paga Marta Casanova para entrenar. Una joven pertiguista malagueña que apostó por el deporte desde muy joven, un reto por el que paga un elevado precio.

Es una de las perlas del atletismo local y con una marca de 4 metros, llega al Campeonato de España, que comenzará el próximo sábado, con una ambición tremenda, que supera su menudo cuerpo. "Llego bastante bien, muy en forma tanto mental como físicamente, muy recuperada de la lesión que tuve [sufrió una rotura en el quinto metatarsiano en marzo]. Me ha venido bien estar parada tres meses porque llego en mi pico de forma a esta cita", analiza la atleta.

Casanova, campeona de España en categoría sub 23, consiguió en Nerja, durante el último Campeonato de Andalucía, su plusmarca personal (4 metros). "Saltar 4 metros para una pertiguista de mi categoría es algo increíble. Es una barrera mental", comenta sonriente.

Demasiado joven, pero con muchas experiencias vividas en poco tiempo. "La lesión me trastocó los planes para la temporada. Fue un revés", admite la atleta, que cree que el atletismo enseña una forma de vida: "Ser atleta te permite aprender para vivir. Te ayuda a ser constante, a tener una vida organizada y las experiencias deportivas te curten".

Muy madura, Marta irradia ilusión por sus poros. Esas ganas que sólo puede tener alguien que tiene vocación por lo que hace. "Empecé en el atletismo con 11 años y mis padres siempre me inculcaron la idea de hacer deporte. De pequeña iba a Carranque y miraba a los atletas correr, saltar... ¡Me volvía loca de ganas por entrar a la pista!", exclama la malagueña, que a pesar de apostar por el deporte no ha dejado de lado su futuro: "Estudio INEF en Granada y, cuando el atletismo deje de reportarme cosas positivas, intentaré seguir unida al deporte de esta manera".

El caso de la pertiguista del Club Atletismo Nerja no es excepcional. Ella, y muchos atletas en la actualidad, enarbolan la bandera del futuro del atletismo español. Un cambio generacional, que está costando que se traduzca en resultados, necesario para levantar al deporte rey de los Juegos Olímpicos, que en España abdicó hace años. "El atletismo aquí no se promociona como se debería, aunque el futuro dará muchas alegrías", vaticina Casanova.

Con una sonrisa de admiración y pleitesía, la saltadora recuerda a la atleta malagueña más importante en la década de los noventa y comienzos del 2000, Dana Cervantes. "Es un ídolo a quien hay que valorar y reconocer. Lo ha sido todo para la pértiga en España y gracias a ella el atletismo femenino en Málaga adquirió mayor importancia. Lo que hizo Dana será difícil de conseguir, pero lucharé por parecerme a ella", admite la atleta.

Aunque no pudo superar la marca de 3.85 metros en el pasado Europeo sub 23, Marta Casanova, tercera mejor marca española del año, espera confirmar su irrupción en el salto con pértiga nacional en este Campeonato de España: "La medalla de bronce es mi objetivo, además de tratar de superar mi mejor marca personal. Aunque estará caro, somos muchas en muy pocos centímetros".