El sector de salud y bienestar está en auge en Andalucía: la región recibió el año pasado un total de 760.000 visitantes motivados por la práctica de actividades relacionadas con este segmento; cifra que supone en términos porcentuales un 7,1% más que en 2013. Esta área, a demás, se concentra fundamentalmente en los hoteles de cuatro y cinco estrellas. El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, presentó ayer en Málaga el estudio realizado por su departamento referente al pasado ejercicio, en el que destaca el aumento experimentado desde 2011, cuando se registraron 680.000 viajeros atraídos por estas actividades de salud y bienestar.

La importancia de este segmento es evidente, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población y el aumento en la demanda de servicios de salud y bienestar. Así, se estima que en el año 2020 el 20% de la población europea contará con más de 65 años. El turista, en su búsqueda de nuevas experiencias, apuesta por "relajarse y desconectar", un tipo de viaje en el que Andalucía tiene "mucho potencial y capacidad de gestionar". Existen tres tipos de turistas en este sentido: el viajero interesado en tratamientos médicos en el destino, donde tiene cabida la oferta sanitaria privada; los tratamientos alternativos de balnearios y el ocio saludable y relax en los SPA.

Fernández, acompañado por representantes del sector turístico, como los presidentes de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos y de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, y del máximo responsable de la Federación Andaluza de Playas, Norberto del Castillo, entre otros, recalcó la importancia de este segmento para romper la estacionalidad, al contar con una oferta que se puede disfrutar todo el año y que, por tanto, "tiene un potencial increíble".

En Andalucía había a 31 de diciembre de 2014 un total de 447 establecimientos que ofrecen servicios de salud y bienestar, el triple que en 2011, situándose el 33,8% de ellos en la provincia de Málaga. Le siguen Granada (con un 16,6%), Cádiz (16,1%) y Almería (11%); mientras que el resto se lo reparten Jaén (con un 7,2%), Huelva (6,5%), Sevilla (6%) y Córdoba (2,9%).

Los establecimientos que más concentran este tipo de servicios son los hoteles de cuatro y cinco estrellas, especialmente estos últimos. Así, el 91% de ellos ofrecen servicios de salud y bienestar, frente al 46,5% de los de cuatro y el 12,3% de los de tres estrellas. Por su parte, los balnearios contabilizan el 23% del total de este tipo de oferta.

El 52% de los turistas de salud y bienestar afirman que visita la región de Andalucía sólo por la práctica de este tipo de turismo, aunque algunos de ellos apuntan también al turismo de sol y playa y a la oferta cultural.

En 2014, el 71,4% de la demanda de salud y bienestar fue del mercado nacional, siendo la mitad de ellos de origen andaluz y el resto de otros puntos del país. Fernández recalcó que el pasado año se observó un crecimiento del mercado nacional. El 29% restante son extranjeros, un mercado que aumenta su interés por este segmento. Destacan los procedentes de Alemania y Reino Unido aunque hay otras nacionalidades "interesantes" y que se han incrementado también: rusos y estadounidenses.

La estancia media de estos viajeros es sensiblemente inferior a la del resto de turistas, según el consejero, quien no obstante aclaró que registran un gasto medio por persona y día superior a la media. Concretamente, si la media es de 59,88 euros, el turista que llega atraído por el turismo de salud y bienestar aporta 72,94 euros al día. Esta cifra ha aumentado en nueve euros y medios respecto al registro del año anterior. Fernández incidió en los "beneficios directos" de este segmento ya que del total del gasto, sólo el 13% se dedica a los tratamientos de salud y el resto va a restauración y alojamiento. También hizo hincapié en la valoración de 8,9 sobre 10 que dan estos turistas a los servicios e instalaciones de este tipo en la comunidad de Andalucía.

El consejero apostó por aumentar las sinergias entre este segmento y otros como el de sol y playa o golf, además de "explorar otras posibilidades", caso del turismo rural, turismo activo o enogastronomía, todo ello para "mejorar la experiencia del viajero y dar más valor añadido".

En este sentido, el presidente de los hoteleros malagueños destacó la importante oferta existente en la Comunidad andaluza, "que debemos potenciar". Así, aludió a los más de 70.000 millones de euros que factura este sector, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), "y sería irresponsable no hacerle caso".

"Es un segmento en auge, que tiene mucha capacidad en invierno y que se considera fundamental y prioritario. No podemos dejarlo escapar ni dormirnos en los laureles", finalizó Fernández.