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El sector agrario y ganadero andaluz alza la voz ante la crítica situación de sequía que vive la región. Estima que están en una situación tan límite que exigen máxima "celeridad" por parte del Gobierno y la Junta de Andalucía. "La sequía nos está llevando a la ruina", comenta Eduardo López, secretario de organización de COAG en conversaciones con este periódico. Todo a las puertas de una nueva campaña en la que la falta de agua será especialmente sensible en Málaga: "El valle del Guadalhorce y la Axarquía son las comarcas más afectadas y comienza a darse la misma situación en el entorno de Antequera", confirma la misma fuente.
En el Guadalhorce ya se materializan las primeras consecuencias de la falta de agua. El pantano que riega la zona se encuentra en una situación crítica rozando su mínimo histórico y la cosecha de aceituna aloreña, autóctona en la zona, sufrirá un descenso esta campaña del 85%. "Prácticamente se ha perdido la producción", afirma Francisco Moscoso, secretario general de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Málaga. Y la falta de lluvias también comienza a relajar las buenas expectativas del esperado incremento de la producción de aceite de oliva que permita abaratar su precio en los supermercados.
Según las principales cooperativas, la recolecta de aceitunas, que estará a pleno rendimiento en los campos andaluces en noviembre, prevé una cosecha que permitirá producir 1,3 millones toneladas de aceite de oliva. Una cifra que duplicaría la del año anterior, pero donde los mayores rendimientos no estarán en la provincia de Málaga, la más azotada por la sequía. "Lógicamente la provincia que va a tener mejor cosecha por suerte va a ser Jaén, que sufrió pérdidas importantísimas años atrás", afirma el secretario de organización de COAG, desde donde exigen al Gobierno y a la Junta un plan económico de inversiones hacia los afectados por esta situación.
El agravio se extiende a los cultivos de regadío. El subtropical de la Axarquía prevé experimentar un descenso de la producción en la órbita del 60%, mientras que algunas fincas de cítricos en la zona Guadalhorce en la misma provincia malagueña "ya están secas y hay un problema serio". Sin la ayuda de las administraciones la explotaciones desaparecerán", asegura López, quien insiste que que "los agricultores y ganaderos están contra las cuerdas, sin renta para poder hacer frente a la ruina de cuatro años de sequía". En este sentido, además de ayudas económicas y fiscales, solicitan "agilidad" en la puesta en marcha de infraestructuras que palien la situación.
Así, COAG Andalucía exige al Gobierno y a la Junta que se coordinen para poner en marcha un plan estratégico de gestión hídrica con inversiones para la regulación del agua, depuradoras, terciarios, desaladoras y modernización de las infraestructuras de riego con el objetivo de paliar los efectos de los intensos periodos de sequía. "No nos queda tiempo", repite el secretario de organización de esta asociación agraria, que observa el ahora como un momento ineludible de acometer las obras necesarias para "parapetar" a Andalucía de cara a las posibles –y casi inevitables, según los estudios científicos– sequías venideras.
"Las instituciones deben contemplar que Andalucía como la región agrícola que es y cuyo empleo depende en gran parte de la agricultura. Por tanto, tienen que corresponder con ese esfuerzo", considera López, quien también cita las comarcas de Los Vélez en Almería y el Altiplano de Granada como otras de las comarcas más afectadas por la falta de lluvia, que no hace presencia en la región desde los últimos litros de la pasada Semana Santa. Por su parte, la ganadería tampoco está está exenta de la crisis de producción y rentabilidad que está ocasionando la sequía en Andalucía.
En este caso, ganaderos consultados por este periódico confirman que la tímida bajada de los precios en los suministros no está siendo compensada al tener que estar ya adquiriendo cubas de agua. "Se habían rebajado un poco en la compra de forraje y heno, pero ahora tenemos un coste añadido por la sequía, algunos ganaderos tenemos que comprar agua porque se han agotado o secado los pozos", recuerda Antonio Rodríguez, ganadero del sector caprino en la localidad malagueña de Sedella. Una actividad que también llega a otoño tras sucesivas crisis. La última, la caída de los precios de la leche de cabra por una cuestión geopolítica entre China y Holanda.
Con todo, el sector agrícola andaluz sigue mirando al cielo en busca de respuestas en forma de agua. Al menos, parece ser la solución más rápida. "Sabemos que construir una desaladora conlleva años", dice López, que lamenta que no haya rapidez por poner en marcha los planes hidrológicos ya planificados por la Junta y el Gobierno. Mientras tanto, la administración central augura "severas restricciones" de agua en Málaga ante la "falta de planificación".
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