Educación

Los campus de excelencia internacional y las universidades españolas

  • Ninguna de las universidades andaluzas ha obtenido la calificación de Campus de Excelencia Internacional

Juan Ramón Medina Precioso

Director del Campus Universitario de Lorca

Las universidades europeas ostentaron el liderazgo mundial desde la Edad Media, en que nacieron, hasta la segunda mitad del siglo XX  cuando los Estados Unidos empezaron a equilibrar la balanza científica con Europa. En las últimas décadas la capacidad científica de Europa y Estados Unidos han resultado aproximadamente iguales, pero los americanos han aventajado a Europa en transferir los resultados científicos al mundo económico  y en atraer estudiantes y científicos foráneos a sus universidades. La situación de España es aún peor, pues no alcanzamos ni siquiera los niveles medios europeos. Un síntoma de ello es que no hay ninguna universidad española entre las doscientas mejores del mundo y no hay ninguna universidad andaluza entre las diez mejores de España.

Hace unos quince años los europeos tomaron conciencia de esta situación y decidieron crear el Espacio Europeo de Educación Superior para lograr una sociedad avanzada basada en el conocimiento. La principal ventaja para España del nuevo modelo es que, al desaparecer las diplomaturas y las ingenierías técnicas, todos los estudiantes graduados que lo deseen tendrán acceso al doctorado, lo que puede suponer un incremento notable del potencial investigador español.

A la vista de estos datos, el Ministerio de Educación y Ciencia decidió con buen criterio impulsar una convocatoria para procurar que algunas de las mejores universidades españolas mejoren su posición en la escala mundial. El análisis ministerial de las causas que provocan el retraso universitario español es bastante discutible, puesto que hace hincapié en el hecho de que han proliferado en España las universidades y los campus, cuando lo cierto es que en Estados Unidos hay más universidades por cada millón de habitantes que en España. En mi opinión, el problema radica en la excesiva uniformidad y falta de especialización de las universidades españolas, en sus escasos vínculos con el tejido productivo y en la ausencia de mecanismos efectivos para incorporar talentos extranjeros. Además, la cantidad económica prevista para el programa de Campus de Excelencia Internacional se limita a 150 millones de euros para toda España, que adopta la forma de préstamos sin intereses y no de subvenciones a fondo perdido. A pesar de que la excelencia internacional nunca derivará de tener financiación en este concurso, sino de que se adopten medidas estructurales que sean reconocidas como eficaces por la comunidad científica internacional, debo dar la bienvenida a la convocatoria por lo que supone de autocrítica, de estímulo para mejorar la situación y porque introduce por vez primera en España la comparación pública de la calidad de nuestras universidades.

El resultado no debe sorprender a nadie, los cinco proyectos que han obtenido la mención de Campus de Excelencia Internacional han sido para Universidades de Barcelona, Complutense y Politécnica de Madrid, Carlos III de Madrid, Autónoma de Barcelona y Autónoma de Madrid, que según otros criterios también figuran entre las mejores de España. Entre ellas se llevan más de la mitad del préstamo total.

Ninguna de las universidades andaluzas ha obtenido la mención de Campus de Excelencia Internacional y, aunque lo que se evaluaba no era la calidad de las universidades sino la de los proyectos presentados, eso no debe ocultar el hecho de que ese resultado es coherente con las percepciones  internacionales sobre la calidad de las universidades andaluzas en el contexto nacional.

La Comunidad Autónoma de Andalucía, junto con la de Cataluña y Madrid, ha superado en total los doce millones de euros de préstamo, lo que la convierte en la tercera de España en financiación global obtenida. Ese buen resultado se debe a que la Universidad de Córdoba, en un proyecto coordinado con las de Jaén, Almería, Huelva y Cádiz, basado en el desarrollo sostenible y amistoso con el medio ambiente de la agricultura, ha obtenido la mención de Campus de Excelencia Regional, lo que cabe interpretar como un éxito, pero no ya a nivel internacional sino meramente español. Por su parte, la Universidad de Granada, con un proyecto basado en la potenciación del área de la salud, y la Universidad de Sevilla, con un proyecto de carácter más general que abarca diversas áreas de conocimiento, han obtenido sendos préstamos de 4 millones de euros para desarrollar y mejorar sus ideas iniciales con vistas a convocatorias posteriores. Finalmente, la Pablo de Olavide no se ha presentado a  la convocatoria.

El balance que podemos hacer de este resultado es ambivalente: todas las universidades andaluzas que se han presentado a la convocatoria han obtenido financiación, lo que sin duda es un dato positivo, pero ninguna de ellas ha quedado entre los mejores proyectos de España, lo que debe llevarnos a la convicción  de que, si bien el sistema andaluz de universidad ha mejorado notablemente desde que se crearon las Comunidades Autónomas en España, nos queda aún mucho espacio para mejorar.

En particular, hay dos problemas que me preocupan: la escasez de universidades privadas (nótese que las Comunidades Autónomas que han copado los primeros puestos son las que más universidades privadas albergan)  y que no hay ninguna universidad politécnica en Andalucía (de nuevo tanto Madrid como Cataluña hospedan sendas politécnicas) ni dada la distribución de títulos vigentes en Andalucía es probable que se cree una en el futuro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios