En Con Málaga, la confluencia que lideran Izquierda Unida y Podemos, la noche no ha sido festiva, ni mucho menos. Después de pactar ir juntos casi a última hora, han conseguido salvar los papeles y permanecer en el consistorio, pese a perder un concejal por el camino. Su cabeza de lista, Toni Morillas, lo ha resumido así: "Llegamos tarde a la confluencia, hay que reconocerlo, pero hemos podido resistir". 

Resistir ante una embestida del Partido Popular, que se ha alzado con la mayoría absoluta y al que Morillas ha dado la enhorabuena por un "resultado incuestionable", pero, sin tiempo casi para lamerse las heridas ha prometido trabajar para resurgir con más fuerza. 

"Estamos en la mejor de las disposiciones para que el grupo municipal se ponga a trabajar desde abajo, con los vecinos, con las vecinas, con las organizaciones sociales para que de aquí a cuatro años estemos en una disposición diferente a la que hemos estado en estas elecciones municipales, no les queda duda de que los que estamos aquí nos vamos a dejar hasta el último aliento para que así sea", ha apuntado la líder jienense. 

Para ello trabajarán desde la base que les otorga el grupo municipal, donde tendrán representación la propia Morillas y Nicolás Sguiglia, hombre fuerte de Podemos en la capital. Se cae así, Remedios Ramos, la que eligieran las bases como cabeza de lista para la primigenia confluencia que encabezaba Izquierda Unida. 

Pese a ello, Morillas ha valorado positivamente la confluencia: "Si esa candidatura no se hubiera producido, el resultado hubiera sido menor, estamos en una buena disposición para actuar como palanca para impulsar un proceso en ampliación de nuestro espacio político en Málaga". 

Que miren hacia delante no implica que haya una falta de autocrítica por el resultado conseguido, "no hemos cumplido con los objetivos que nos habíamos propuesto", añadiendo su "preocupación" por el "avance de la derecha y la ultraderecha".