El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre aparenta estar tranquilo. La debacle sufrida por el PP en las generales del 28-A en la provincia de Málaga y de manera especial en la capital de la Costa del Sol, por el momento, no le altera el pulso al regidor popular, que tras 19 años al frente de la Alcaldía vuelve a optar a la reelección el próximo 26 de mayo. Los datos, en cualquier caso, son para que los responsables de la organización popular, como poco, se preocupen.

Por más que la extrapolación de resultados de unos comicios a otros no resulta natural, la tendencia que se viene dibujando en las últimas cuatro elecciones pone de relieve una pérdida de peso más que considerable de los populares en los distritos de la ciudad y, de manera más patente, en aquellos que son fuente indispensable para aspirar a la victoria.

La caída de los populares hace que el pasado domingo sólo fuesen los más votados en tres zonas de la ciudad, dos de ellas (Centro y La Merced) con escaso número de votantes, así como en Málaga Este, uno de sus tradicionales graneros de apoyos. En esta zona fue la fuerza más votada con el 29,91% de los sufragios (con poco menos de 12.000 papeletas) pero este valor se distancia sensiblemente del 52,86% que logró acaparar en los comicios generales de 2016 o del aún más elevado 57,29% de las municipales de mayo de 2015.

El retroceso del partido encabezado por De la Torre contrasta con el crecimiento que en este mismo escenario tienen sus adversarios ideológicos principales, Ciudadanos y, más recientemente, Vox. El partido naranja acaparó un 22,6% de los votos en la zona Este en la cita del domingo, cinco puntos más que en junio de 2016. Respecto a las municipales de mayo de 2015, la evolución es de doce puntos porcentuales. El comportamiento de Vox es poco comparable, ya que su punto de partida era absolutamente residual. Del 0,32% de apoyos en junio de 2016 el partido conservador pasó en las últimas generales a un 16,1%.

El PP fue el más votado en Málaga Este, con el 29,91%, casi 23 puntos menos que en las generales de 2016

El escollo con el que se topa el PP es que el episodio de Málaga Este lejos de ser aislado, se extiende a otros emplazamientos de la capital. En Málaga Norte, donde se localizan barrios como Bailén-Miraflores, la reducción porcentual de apoyos en las generales para el PP es de 16 puntos entre las dos últimas convocatorias. En este distrito, Cs gana tres puntos y Vox 13,5 puntos. Lo que se deja en el camino el PP lo recogen las formaciones más próximas desde el punto de vista ideológico.

En Málaga Oeste el desgaste que sufren los populares se traduce en 17 puntos menos entre junio de 2016 y el 28-A, diferencia que se incrementa en casi cuatro puntos más si se toma como punto de referencia las municipales de hace cuatro años, cuando la formación de De la Torre fue la más votada en este distrito con el 39,23% de los sufragios.

Otro de los más potentes espacios de la capital, Carretera de Cádiz, tiene un comportamiento semejante. El PP obtuvo caso el 30% de los votos en mayo de 2015, descendiendo a un 27,1% en las generales de 2016;al 16,56% en las autonómicas del pasado 2 de diciembre para cerrar el ciclo con un 13,32% en las generales del domingo.

Frente a la sangría que cita tras cita sufren la formación presidida en la provincia por Elías Bendodo, el PSOE aprovechó el tirón del pasado domingo para tomar resuello tras una tendencia tampoco particularmente positiva. Los votantes dispusieron que fuese el partido que más papeletas recibió en ocho de los once distritos de la capital, incluyendo los más potentes desde el punto electoral:Carretera de Cádiz, Málaga Norte,Málaga Oeste y Ronda Intermedia-Campanillas.

A pesar de la evidente mejoría de la formación socialista, que gana casi 23.800 votos entre las dos últimas citas generales, la realidad es que desde el punto de vista porcentual el crecimiento no ex excesivo. En Carretera de Cádiz, Málaga Norte, Málaga Oeste y Ronda Intermedia-Campanillas, el crecimiento es de unos seis puntos.