Elecciones catalanas

Frío, fútbol y abstención en el domingo catalán

  • La participación sube algo más de dos puntos con respecto a la anterior convocatoria autonómica, pero sigue lejos de la registrada en las elecciones generales.

Los nacionalistas arrasaron y los socialistas se hundieron, pero hubo un fenómeno ante el que todos se inclinaron en las elecciones catalanas: el abstencionismo, menor a lo esperado, es cierto, pero muy alto de todos modos.

El 56,77 por ciento de participación de hace cuatro años no varió sustancialmente, porque subió algo más de dos puntos para confirmar una tendencia histórica: los catalanes se apasionan mucho más por el voto cuando lo que se decide es el gobierno de España. Si se trata de ver quién se sienta en el Palacio de la Generalitat, el entusiasmo es mucho menor. Pese a ello, Josep Antoni Durán i LLeida, el hombre de Convergencia i Unió (CiU) en Madrid, destacó lo "positivo" del aumento de participación, y consideró el dato como "una buena respuesta de la ciudadanía".

Punto más o punto menos, Joan Tapia, ex director de La Vanguardia y columnista ahora de El Periódico de Catalunya, cree que el abismo que media entre el 70 por ciento de participación en las generales y la movilización habitual en las regionales legitima un argumento "terrible". Los "centralistas", dice, tienen así derecho a preguntarse: "Si los catalanes participan menos en sus elecciones (y en el referendo del Estatuto) que en las españolas, ¿por qué quieren más autogobierno?".

Ni esa pregunta, ni las repetidas apelaciones de los líderes políticos a votar masivamente, fueron realmente efectivas, porque un sector muy importante de los 5.229.550 de ciudadanos habilitados para emitir el sufragio optaron por otro programa. En un domingo frío y ventoso, el tema predominante de conversación fue el fútbol, porque el Camp Nou será este lunes el escenario del megaclásico entre el Barcelona y el Real Madrid.

Ni siquiera los candidatos pudieron (quisieron) abstraerse del ambiente futbolero, algo que quedó reflejado en la portada de El Periódico de Catalunya, con una notable foto en la que los seis principales postulantes patean en sincronía seis balones sobre el césped del Camp Nou. "¡Qué tiemble el Barça!", bromeó Artur Mas, líder de CiU y gran triunfador de la noche electoral que marcó una histórica debacle de los socialistas de José Montilla, con los días contados al frente de la Generalitat.

Las fotos y el video del encuentro futbolero compensaron en parte el dato de la abstención: ver disfrutar con el balón y aplaudirse mutuamente a políticos en feroz lucha electoral, demostró que el oasis catalán sigue en cierto modo vivo dentro de la muy tensa y cada vez más polarizada política española.

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