El cabeza de lista del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, afirmó ayer en un mitin en Vitoria que la derecha "sólo tiene una oportunidad de parecer que ha ganado" el domingo, "y ésa es la incomparecencia" de la izquierda.

López Aguilar pidió un "esfuerzo de movilización" en estas últimas horas de campaña y consideró que la derecha "confía más en la abstención que en el voto", al tiempo que defendió que "merece la pena votar porque el voto tiene fuerza transformadora". El candidato socialista puso como ejemplo lo sucedido hace unos meses en Euskadi, donde se produjo un fuerte ascenso del PSE-EE que ha posibilitado que Patxi López sea hoy lehendakari, gracias, entre otras cosas, a un solo voto de diferencia en Álava con EA que le dio a los socialistas el escaño 25. "Que no falte un solo voto socialista" el domingo, pidió López Aguilar, quien subrayó que el PP "no puede ganar el futuro porque vive en el pasado". "Nos hace falta más Europa que nunca y ahora más que nunca", insistió.

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió por su parte a los ciudadanos que "no voten al PP", el domingo porque "las cosas irán peor" si ganan aquellos que "lo que desean es que las cosas vayan peor" y porque ese voto sería difícil de explicar a las generaciones futuras. A tres días de los comicios del 7-J, Zapatero recaló en Barcelona, en el Pabellón de la Mar Bella, donde recibió la acogida más calurosa de toda la campaña electoral. "No voten al PP. No voten a un partido que desea que las cosas vayan mal para ver si las cosas les van algo mejor a ellos", reclamó a los algo más de 5.000 asistentes.

Zapatero solicitó el voto para los socialistas con el fin de fortalecer el proyecto progresista y que "no avancen ni un milímetro aquellos que, como Mayor Oreja, tienen las ideas más conservadoras, las ideas más carcas de toda Europa". "Os pido un voto para el futuro, os pido un voto que podamos explicar a nuestros hijos", dijo, convencido de que no se puede otorgar la confianza a aquellos que "ponen mala cara" cuando hay buenas noticias, en alusión a la bajada del paro el pasado mes de mayo.

Tras proclamar a los socialistas como "gran partido catalanista" frente al "fariseísmo" de CiU, que no dudó en apoyar a los gobiernos de José María Aznar (PP), Zapatero se dirigió al presidente catalán, José Montilla, a cuenta de las elecciones autonómicas previstas para otoño de 2010: "Cuentas conmigo como un militante más del PSC".

En Valladolid, el ex presidente del Gobierno Felipe González reclamó a la Unión Europea que deje de ser un "enano político" y apoye el discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre el conflicto entre Israel y los estados árabes. "Pido que Europa esté unida y dé una respuesta al plan" propuesto por Obama en su intervención en El Cairo (Egipto), dijo. El dirigente socialista recordó que la "onda expansiva" de los conflictos en Oriente Próximo, con sus repercusiones económicas y sociales, llega primero a Europa, que debe observar a estos países como "sus vecinos" del Mediterráneo.