España

Todo un 'batacazo' de la izquierda

Apesar de que se quedó a seis de la mayoría absoluta (68), CiU consiguió ayer en las elecciones autonómicas catalanas una contundente victoria al lograr 62 escaños, 14 más que en 2006, y una mayoría suficiente para poder gobernar sin necesidad de firmar un pacto de legislatura. El PP se convirtió en el segundo gran triunfador de la noche electoral catalana al cosechar 18 diputados, cuatro más que en los últimos comicios de hace cuatro años. Además de superar los mejores resultados de su historia, los populares se convirtieron en la tercera fuerza política. Un éxito sin paliativos. Y Solidaridad por la Independencia (SI), el partido del ex presidente del Barça, Joan Laporta, con cuatro diputados, es el tercero en la orden de méritos en una jornada que destacó también por una participación de casi el 60%, tres puntos más que en 2006.

Los integrantes del gobierno del tripartito de izquierdas fueron los grandes derrotados, aunque el PSC, con nueve escaños menos (28), y ERC, con once menos (10), se han desangrado mucho más que ICV-EUiA, que, con dos menos (10), salvó los muebles. Curiosamente, su candidato fue el único que no tuvo reparos en defender durante la campaña la gestión del tripartito, algo que no hicieron Montilla ni Puigcercós.

La victoria de convergentes y populares y la derrota de socialistas, independentistas y ecosocialistas representan un evidente giro a la derecha en Cataluña. Éste es fruto, en primer lugar, de la desafección que ha provocado el Gobierno tripartito por sus contradicciones y estridencias y los recortes del Estatut del TC, pero también por la incidencia de la crisis económica que está castigando en toda Europa a los partidos con responsabilidades de gobierno.

Sin embargo, no es la única lectura que se puede hacer de estos resultados. El ascenso de CiU contiene también un giro soberanista incuestionable, aunque habrá que ver cómo maneja Artur Mas esta deriva electoral en el momento que se siente en la Presidencia de la Generalitat. Más allá de su apuesta por el Concierto Catalán como condición sine qua non para alcanzar acuerdos, pocos ven en él una versión catalana de Ibarretxe.

En cuanto a las repercusiones de estas elecciones en la política nacional, no cabe duda de que el PP, tal como hizo anoche mismo la secretaria general de los populares, puede entender que el triunfo cosechado por su partido y el batacazo del PSC representan el principio del cambio de ciclo que las encuestas vienen indicando desde hace meses. Aunque cabe recordar que en Cataluña los resultados de las autonómicas difieren muy mucho de los de las generales (en las primeras gana siempre CiU, y en las segundas, el PSC-PSOE).

Otra cosa bien distinta a esa lectura de los populares es que estos resultados puedan llevar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a adelantar las elecciones. Como mucho, los socialistas, como ya apuntó anoche mismo su secretario de Organización, Marcelino Iglesias, abrirán un periodo de reflexión. Y apuntalarán el PSC con Celestino Corbacho y Carme Chacón cuando José Montilla tire la toalla en el próximo congreso de los socialistas catalanes. El acuerdo de legislatura cerrado recientemente por el PSOE con el PNV y Coalición Canaria (CC) garantiza una estabilidad parlamentaria que va más allá incluso de los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2011. Pero poco más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios