Estepona

Grunsber, la asociación de Estepona que lleva cuatro décadas defendiendo Sierra Bermeja

Socios de Grunsber pintan un mural solicitando su protección como Parque Natural en 1990

Socios de Grunsber pintan un mural solicitando su protección como Parque Natural en 1990 / Grunsber

Corría el año 1985 cuando un grupo de personas de Estepona preocupadas por el estado en que se encontraba entonces el pinsapar de Los Reales de Sierra Bermeja decidió crear el Grupo Naturalista Sierra Bermeja (Grunsber). Desde entonces, este grupo multidisciplinar organizado se ha encargado de defender e investigar este paraje y su entorno a través de su actividad asociativa, que se cimenta en tres pilares: el estudio, la conservación y la divulgación.

“Somos un grupo de naturalistas, algunos con formación reglada y otros que han aprendido de forma autodidacta, con la experiencia, la observación y el estudio durante muchos años”, cuenta Javier Martos, secretario de Grunsber. 

En la asociación cada miembro desarrolla una disciplina propia, entre las que se encuentran la ornitología, botánica, entomología, geología, astrofotografía, entre otras. No obstante, hay un aspecto en el que todos coinciden, y este es la consideración del valor natural e incalculable de Sierra Bermeja: “A nivel geológico los materiales que la conforman no son de la corteza terrestre, sino del manto superior de la Tierra”, explica Martos, indicando que, cuando se camina por Sierra Bermeja, puede interpretarse que “se está caminando por el interior del planeta”.

Las rocas de este paraje reciben el nombre genérico de peridotitas y afloran a la superficie en muy pocos sitios, siendo Sierra Bermeja uno de los más grandes y mejor expuestos a nivel mundial: “La geología de esta Sierra es muy particular y tóxica para la vida, de modo que todo lo que se desarrolla en este entorno, particularmente las plantas o los insectos, deben adaptarse a las condiciones que imponen las peridotitas, por lo que en algunos casos se trata de especies únicas, técnicamente, endemismos”, explica.

Prueba de ello es el descubrimiento que realizaron investigadores de Grunsber hace unos meses, cuando hallaron un insecto en Sierra Bermeja solo visto cuatro veces en España y del que se hicieron eco numerosos medios de la provincia: “Fue la segunda cita en Málaga de un pequeñísimo escarabajo (Pogonocherus pepa), por ello captó la atención de la prensa, pero es un ejemplo de todo lo que queda por hacer en la investigación de los insectos y arácnidos”.

Pogonocherus-pepa Pogonocherus-pepa

Pogonocherus-pepa / Grunsber

En sus 40 años de existencia, el Grupo Naturalista Sierra Bermeja ha perseguido dos objetivos señalados. En los años 90 alegando contra el Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba la construcción de dos presas en el río Genal y que finalmente no se efectuaron; la segunda causa se remonta a 2007 y hasta la actualidad, donde Grunsber se ha postulao como una de las agrupaciones más activas de la Plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional, que demanda, como indica su nombre, la catalogación de este entorno como Parque Nacional. 

“El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves ha incluido en su ámbito un tercio de Sierra Bermeja, 10.000 de las 23.000 hectáreas que tiene el Parque Nacional. Creemos que es una protección insuficiente, porque además ha dejado fuera el pinsapar del Paraje Natural de los Reales", asegura Martos.

Desde la Junta directiva de Grunsber tienen claro que alcanzar la máxima protección de este enclave extraordinario también pasa por la divulgación, por lo que a menudo organizan excursiones de interpretación por la montaña, charlas y talleres a todos los grupos que lo solicitan: “Normalmente están siendo centros educativos de Estepona, Casares o San Pedro de Alcántara. Es una actividad que está dando muy buenos resultados, porque el profesorado ya incluye curricularmente en los planes de estudio estos temas y el alumnado va tomando conocimiento y conciencia de este tesoro natural que es Sierra Bermeja”.

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