Medioambiente

Las algas asfixian a los pescadores

  • Los barcos de arrastre y de artes menores de Estepona, Marbella y Fuengirola permanecen amarrados desde hace meses ante la imposibilidad de faenar desde la aparición de esta especie

Montones de alga en uno de los barcos de Marbella.

Montones de alga en uno de los barcos de Marbella.

“Aquí no podemos trabajar, si queremos pescar algo tenemos que irnos a Fuengirola o a Málaga”. A los pescadores de Marbella, Estepona y Fuengirola se les escapa un suspiro cuando se les pregunta por el alga invasora de origen asiático Rugulopterix okamurae, una especie que no solo está amenazando la biodiversidad marina de la zona sino que también está poniendo en jaque al sector. Los barcos de arrastre y de artes menores permanecen atracados en el puerto desde hace meses ante la imposibilidad de salir a faenar. Cada vez que los pescadores lanzan sus redes al mar estas se llenan de kilos y más kilos de este alga, de color pardo, que no deja traspasar el agua ni capturar a los salmonetes, jibias, lenguados, besugos y demás pescados propios de esta época. Solo hay que darse una vuelta por el puerto pesquero de Marbella para que los protagonistas de esta historia den verdadera cuenta de ello. “Esto es una plaga. Lo que nos está pasando no lo hemos vivido nunca”, comenta Francisco, de nombre ficticio, uno de los pescadores afectados que relata la pesadilla que les ha tocado vivir este verano mientras muestra un vídeo que él mismo grabó hace una semana durante las labores de pesca. “Las redes se llenan de algas y el copo, que es donde se acumula el pescado, también”, apunta.

Pero no solo no capturan peces sino que además el peso de las algas provoca que las redes se deformen o incluso se partan algunos de los aparejos del barco, lo que supone un coste inasumible en algunos casos. “Trabajamos como podemos, cada semana vamos a sitios distintos y probamos a lanzar las redes ver si las mareas han hecho su efecto, pero al final es más trabajo y una pérdida de dinero y de tiempo”, comenta otro de sus compañeros.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Marbella, Manuel Haro, llegó a cifrar entre 300.000 y 400.000 euros las pérdidas durante los últimos meses, por lo que claman una solución antes del comienzo de la temporada del pulpo, a partir del próximo día 1 de octubre, ya que este supone alrededor del 70 por ciento de los ingresos de los profesionales de la pesca en la localidad. “El trasmallo y el arrastre se lo ha cargado, ya solo nos queda el marisco y las expectativas que tenemos para el resto de la temporada no son muy buenas”, señaló, por su parte, el patrón de la Cofradía de Pescadores de Estepona, Pedro Benzal, quien agregó que “queremos trabajar pero no podemos, son todo pérdidas”.

Pero la situación no afecta solo a los pescadores de la zona más occidental de la provincia sino también a los de Fuengirola, que habitualmente acudían a pescar a los caladeros de Cabopino y Marbella, y aseguran que ya se han avistado restos de este alga en la zona de Calahonda, en Mijas. En total, ya son más de un centenar las familias afectadas por la rápida expansión de esta especie invasora procedente de aguas del pacífico que puede encontrarse hasta a 250 metros de profundidad. “La mitad de nuestra zona está invadida, y tampoco podemos ir todos siempre a los mismos sitios. El verano que es cuando se gana dinero y los barcos amarrados pues ya te puedes imaginar”, señala, por su parte, el patrón de los pescadores de Fuengirola, Juan Sánchez.

Este alga se descubrió por primera vez en Ceuta en el año 2015 y en solo cuatro años se ha propagado por toda la Bahía de Cádiz, Estepona y Marbella.

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