Feria de Málaga

Feria bajita para los más pequeños

La idea que los jóvenes tienen de la Feria probablemente esté relacionada con la fiesta, el alcohol y más fiesta. Para los mayores, comer unas buenas tapas junto a un vinito en alguna caseta o lugar más tranquilo tal vez sea la mejor opción para pasar los días de Feria. Pero, ¿y los más pequeños? Está claro que durante la noche su mejor plan es pasar un buen rato en los carricoches, pero por la mañana meterse con ellos en la Feria del centro puede resultar una locura, pues no está acondicionado para todas las alturas. Sin embargo, es la Feria Mágica  la que le hace la competencia al centro y al Real y se atreve a hacer disfrutar a los más pequeños. Y no es apta para adultos. 

 

Desde el lunes y hasta el próximo sábado, el Paseo del Parque acoge multitud de casetas en las que se les brinda a los feriantes más pequeños la oportunidad de jugar y divertirse. De las 12:00 a las 15:30 la actividad no cesa y multitud de niños -junto a sus padres- participan en su particular fiesta. Hinchables, talleres, cuentacuentos, teatro, títeres, magia, karaoke y juegos se dan cita en la Feria más bajita. El escenario de La Carpa Teatro es una de las actividades más frecuentadas por los pequeños. Allí, se realizan desde coreografías que los niños imitan -y no tan niños-, hasta concursos en los que participan los mismísimos Mickey, Minnie o Pluto. La participación es multitudinaria y hay pequeños que, incluso, se arrancan a cantar -qué mejor ambiente que el de la Feria- la conocida Bien pagá. Los niños son los protagonistas indiscutibles de esta Feria paralela a la que se desarrolla varios metros más allá, en la calle Larios.

El escenario de guiñoles sienta a multitud de pequeños en el suelo que se quedan absortos con el ir y venir de las marionetas que les cuentan historias. Los padres, de pie, tampoco pierden nota de lo que ocurre tras el minúsculo telón. El taller de Ciencia Divertida invita a los niños a crear su propio flubber, para que jueguen con él camino de casa. La magia también tiene hueco en el Parque y expone sus mejores trucos, que encandila tanto a niños como mayores. Los hinchables consiguen crear largas colas de niños a los que, aunque vestidos de flamenca o de corto, no les importa perder un par de peinetas siempre que sea a ritmo de salto. Sin embargo, la atracción más solicitada es la del Tren Chu-Chu, un trenecito que, con salida y regreso en el Parque, pasea a padres e hijos desde la plaza de Torrijos hasta la Alameda Principal. 

 

Está claro que la Feria de Málaga viene cargada de planes para todos los públicos y todas las edades. Los niños saltan en sus hinchables, los jóvenes beben en las calles y los mayores disfrutan de las tapitas y el vinito bien acomodados en las casetas. La edad no es una excusa. Y todos tan contentos. 

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