Con un lleno absoluto comenzó el sábado la primera noche de feria Feria en el Auditorio Municipal del Cortijo de Torres. La culpable: India Martínez, una cordobesa de 26 años que con su poderosa voz y la fusión de flamenco con las culturas árabe e hindú se metió el sábado en el bolsillo al público malagueño. La velada comenzó puntual a las 23:00, con los malagueños Plaza Sur, que sustituyeron a Manzanita finalmente para telonear a la cordobesa. El trío animó la espera con las canciones a medio camino entre pop y flamenco de su disco de debut Y soñé, contaron con la también malagueña Patricia Lan en uno de sus temas e incluso se atrevieron con una versión de La Saeta, de Joan Manuel Serrat.

"Qué alegría me da volver a veros". Con estas palabras se subió al escenario una hora después la protagonista de la noche, India Martínez, que abrió su actuación conla canción Luna nueva, incluida dentro de su último disco, Trece verdades.

La cordobesa siguió desgranando su tercer trabajo con canciones como Manuela y Mil lágrimas y un lienzo, y también hubo lugar para una versión: el Amor se llama el juego de Joaquín Sabina, tema con el que la cantante participó en el disco homenaje que el mundo flamenco rindió al jiennense, titulado De purísima y oro.

Uno de los momentos álgidos de la noche llegó cuando India Martínez interpretó Vencer al amor, uno de los temas preferidos por los allí presentes, que corearon la canción de principio a fin. Hacia la mitad del espectáculo, las luces se apagaron por un momento y la artista desapareció del escenario para regresar con otra de sus Trece verdades, la canción Nombres, que interpretó acompañada sólo de un piano.

Tras este emotivo momento, la fusión de estilos y culturas que caracteriza la música de la cordobesa hizo aparición de la mano de Laura Martínez, que sustituyó por unos minutos a la cantante con un espectáculo de danza del vientre que dio paso a 90 minutos, canción en la que el Auditorio Municipal en pleno se puso en pie conmovido por la voz de una artista que demostró en las tablas que, a pesar de su juventud es capaz de emocionar a un aforo lleno hasta la bandera.