En Feria, el exceso y la falta de conciencia por la limpieza se apoderan de las calles de Málaga durante una larga semana, en la que el entorno se va degenerando y las vías se transforman en auténticos pastos de residuos donde a veces parece tarea imposible caminar sin tropezarse con algún obstáculo.

Por ello, la empresa de servicios integrales de limpieza de Málaga, Limasa, prepara con ahínco un dispositivo especial para los días de la Feria de agosto con el objetivo de atender eficazmente a las demandas y necesidades de limpieza en las zonas donde habitualmente se desarrollan las celebraciones propias de estos días.

A lo largo de tres turnos diarios, mañana, tarde y noche, provistos de mangueras, cepillos, recogedores y contenedores, más de 163 operarios y un total de 65 vehículos, entre recolectores, baldeadores, barredoras y vehículos de apoyo, trabajan en la sombra, al margen de la fiesta, para que todo esté reluciente al día siguiente tanto en el centro histórico como en el Cortijo de Torres.

La labor de los servicios de limpieza es aún más fundamental en estos días en los que las calles rebosan de basura. Sin embargo, a veces sienten que su empeño y su trabajo no está lo suficientemente valorado. 'El nuestro es el trabajo que no se ve, el oculto. Somos el feo de los servicios públicos y al que menos se valora', afirma Rafa, un veterano operario que, tras 24 años en la empresa sigue entregándose a la limpieza de la ciudad.

A pesar del notable incremento de la cantidad de residuos de todo tipo durante estas fechas, la reducción de las zonas de botellón ha disminuido estos porcentajes con respecto a años anteriores. Así, la carpa situada en la Plaza de Santo Domingo, la 'zona de feria joven' y la eliminación del botellódromo en la Plaza de la Merced han contribuido de manera plausible a que las calles estén un poco más limpias, aunque aún siguen concentrándose grandes grupos de personas en los alrededores de la Plaza Uncibay y Plaza Mitjana, donde el botellón sigue siendo una constante. Sin ir más lejos, Rafael Arjona, director gerente de Limasa, aseguró ayer a este periódico que los servicios de limpieza no pudieron acceder a limpiar la zona de Plaza Unicibay 'por la seguridad' de los empleados. Por otra parte, desde Limasa aseguran que aunque hay mucha más basura estos días que en otra época del año, se percibe una leve mejoría con respecto a pasadas ediciones de la Feria a causa de que la gente está un poco más concienciada y colabora para que no haya tanta basura.

Además, la incorporación de los clásicos contenedores de plástico junto a los que están soterrados en el centro histórico y el empleo progresivo de equipos mejorados: barredoras con cepillos con mayor densidad de pelo, sopladoras manuales, nuevos vehículos más potentes que se adaptan a las dimensiones de las diferentes vías; y la utilización de un nuevo producto de limpieza ecológico y biodegradable que facilita la absorción de malos olores, hacen que cada vez la limpieza sea más profesional y de mayor calidad.

Desde la calle Alcazabilla hasta la Tribuna de los Pobres, incorporando la zona del Teatro Cervantes, Plaza de la Merced, calle Dos Aceras y Madre de Dios, las tareas constantes se dividen en sectores para llevar a cabo un barrido kilométrico que peina calle a calle y acapara todo el Distrito Centro.

Carlos, otro de los veteranos de la empresa con casi 30 años a sus espaldas, como baldeador y conductor de camión, insiste en que 'la gente debería colaborar más, aunque reconoce que se empieza a tomar un poco más en serio el tema de la limpieza, algo fundamental', considera. En definitiva, 'la ciudad la tiene limpia el ciudadano, que es el que tiene que tomar mayor parte en el asunto', afirma el operario.

Finalmente, para los domingos 13 y 20 de agosto, Limasa se reforzará con 70 operarios que dejarán Málaga como una patena.