Feria taurina

Morante pone en pie a La Malagueta y Santana Claros corta una oreja en su alternativa

El diestro Morante de la Puebla da un pase con la muleta.

El diestro Morante de la Puebla da un pase con la muleta. / Jorge Zapata | EFE

Morante de la Puebla desplegó su capote en el cuarto Juan Pedro por verónicas de mucho temple, de manos bajas, meciendo el capote, encajando los riñones, volviendo loco al personal. Qué gusto y qué clase tiene el diestro de La Puebla. Por si esto fuera poco, comenzó la faena sentado en el estribo, pasando por alto al de Juan Pedro para seguir por bajo, saliéndose hacia el tercio, con una exquisitez, un gusto, una clase, ¡una locura! Puso la plaza boca abajo, la gente saltó de los asientos a pegarle una grandísima ovación. La siguiente tanda fue extraordinaria, rotunda, con clase, con gusto y empaque. Una pena que el animal se quedase ahí, sin fuerzas, parado, no duró lo que todos hubiéramos querido, aun así, Morante estuvo sensacional con la mano derecha arrancándole más de uno llevándolo de delante a atrás de la cadera.

Por fin disfrutábamos del toreo del de La Puebla del Rio en La Malagueta, tantos años en que por un motivo u otro aquello no terminaba de cuajar, con algunos malos gestos por parte del torero, por problemas con los sorteos, pero tenía que llegar este día, el día que Morante pusiera La Malagueta boca abajo.

No pudo hacer nada con un noble pero soso toro de Juan Pedro, lidiado en segundo lugar, al que ni de capote pudo torear a gusto. Con la muleta tuvo algún detalle rotundo, de belleza pero la condición del animal no le permitía tener una mayor continuidad y el público le invitó a irse por el estoque de verdad.

Recién aterrizado de México se enfundaba el traje de torear Antonio Santana para tomar la alternativa de manos de Morante de la Puebla y con Juan Ortega de testigo. Y recibía de capote por verónicas templadas, meciendo el capote y gustándose. Brindó a su familia y comenzó la faena de muleta sacándose al toro al centro del ruedo por bajo. Estuvo bien Antonio Santana, se le veía muy tranquilo, el toro era idóneo para la alternativa, sutiles tandas que carecieron de algo más de rotundidad, aun así, la sonrisa de Antonio era más que palpable.

Santana Claros, en la corrida de este martes, en La Malagueta. Santana Claros, en la corrida de este martes, en La Malagueta.

Santana Claros, en la corrida de este martes, en La Malagueta. / Jorge Zapata | EFE

En el sexto volvió a torear magníficamente con el capote Antonio Santana, por verónicas templadas, meciendo el capote y rematando con una media muy singular y una revolera. Empezó con la mano izquierda pero el animal estaba muy parado le costaba un mundo acudir tras la muleta. Se cambió a la derecha y vino una buena tanda de tres y el de pecho, todos nos quedamos con ganas de más. El animal, manso desde salida, enseguida buscó tablas.

Volvía Juan Ortega al coso de La Malagueta después de su gran triunfo en la Corrida Picassiana del pasado Sábado Santo cortando dos orejas y saliendo por la puerta grande de “Manolo Segura”. No tuvo para nada suerte con su primer toro, un animal desagradable, soltando la cara y brutote. Decidió hacerle una lidia a la antigua, macheteándole por la cara pero con clase.

El quinto fue otro animal con el que nada pudo hacer, se le coló en un par de ocasiones y no tenía una embestida clara, se desconfió Juan Ortega con este animal. Decidió cortar rápido y la gente se lo recriminó.

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