Feria de Málaga

La voz de Pastora Soler ilumina la Feria de Málaga

  • La cantante sevillana se entregó al público malagueño en el concierto que ofreció el pasado domingo en el Auditorio Municipal, donde repasó los éxitos de su carrera

No cabe duda de que Málaga quiere a Pastora Soler y de que ese cariño es recíproco. La cantante ofreció el pasado domingo un concierto en el Auditorio Municipal del Real Cortijo de Torres y fue recibida con los brazos abiertos por los asistentes. A las 00:10 comenzó su actuación entonando su Bendita locura ante los varios miles de fans que se congregaron para verla. Ataviada con un espectacular vestido de lentejuelas, la artista de Coria del Río mostró su cariño al público del que confesó sentirse parte, ya que su marido es malagueño. Además, recordó que Málaga fue el primer lugar que le abrió las puertas y donde se creó su primer club de fans, algo que la artista agradeció enormemente: "Estoy muy emocionada. Muchas gracias por quererme", declaró.

La precedió la cantante malagueña Celia. Tras la actuación de la telonera, quien entonó una serie de coplas, la artista hizo un recorrido por todo su amplio repertorio discográfico, formado por un total de ocho discos. El escenario se convirtió en una fiesta y Pastora bailó al son de Café, café, Flor de romero, Dámelo ya y Corazón congelado, algunas de sus canciones más conocidas que no podían faltar y que fueron muy coreadas por el público.

Tras cambiarse de vestido -lució tres indumentarias distintas-, mudó también el ritmo dejando lugar a sus temas más emotivos. "Hay dos canciones que no pueden faltar en ninguno de mis conciertos", afirmó la artista. Éstas fueron Y qué pequeña soy yo, una triste descripción del amor, y Toda mi verdad, primera canción que compuso la artista dedicada a su marido, toda una declaración de amor. Con el único acompañamiento musical en el escenario de un piano, Pastora mostró toda la grandeza de su voz e hizo brillar al Auditorio Municipal. Fue sin duda, uno de los momentos en que se vio a la artista más entregada.

Los aplausos adquirieron su máxima intensidad cuando entonó una de sus especialidades: la copla. Torre de arena fue la elegida, y tras ésta se arrancó por flamenquito y bulerías desenvolviéndose como pez en el agua en todos los palos. Le acompañó al cante su amigo el cantaor Rafael Utrera, con quien protagonizó uno de los grandes momentos de la noche interpretando juntos la canción Después de todo. Fue éste otro de los momentos mágicos de la noche con el que el público vibró especialmente.

Al compás de la guitarra y la caja, la sevillana se "arrancó" por bulerías interpretando los temas de Rocío Jurado, Qué no daría yo y Se nos rompió el amor con el patente entusiasmo de los asistentes y entre vítores de olé.

También estuvieron presentes sus temas más recientes, como Tenemos la mala costumbre, en el que la artista destacó lo importante que es decir "te quiero" a los seres queridos, aprovechando para recordar a su padre, o Necesito aire, uno de los temas de su disco Bendita locura. Si en algo destacó la sevillana es en la heterogeneidad de estilos musicales que es capaz de abarcar.

Dos horas de actuación en las que Pastora Soler cantó y bailó derrochando su arte ante el público malagueño, que disfrutó de la voz de esta artista que, desde su más tierna infancia, ya hizo sus primeros pinitos en el mundo de la música. Con tan sólo 10 años grabó su primer álbum dedicado a su progenitora, titulado Gracias madre. Tras quince años en la industria musical y ocho discos en el mercado, su esperado regreso a Málaga con motivo de la Feria no defraudó a nadie.

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