Diseños cubistas, coloridos pinceles, camisetas a rayas y el nombre de Pablo Picasso inundan estos días de Feria la Plaza de la Merced. Desde las 12:00 hasta las 15:30, en torno al obelisco se pueden encontrar numerosos puestos y casetas destinados a la diversión y entretenimiento de los más pequeños.

Chicas ataviadas con exuberantes vestidos realizan un pasacalles alrededor de la plaza sobre zancos de un metro de altura portando banderas de diferentes colores y acompañadas de una menina inflable.

Bajo la carpa blanca de la caseta montada por la compañía 'La Pili', una veintena de pequeños permanecen sentados, expectantes ante el espectáculo de teatro musical de Las cazatrazas, un trío de detectives con mucho arte que viajarán en el tiempo para atrapar al ladrón de las obras del mismísimo Picasso.

Una de 'Las cazatrazas' de la compañía 'La Pili' en la Feria Mágica

Sobre el escenario, un atrezo picassiano -con marioneta del pintor incluida- y el talento de las tres artistas (teclado, lengua de signos y voz e interpretación) son el gancho perfecto para lograr que el público quede ensimismado y se empape del arte malagueño.

Entre divertidas y curiosas versiones de los clásicos Ghostbusters u Olvídame y pega la vuelta de Pimpinela, los infantes levantan impacientes sus manos para poder ayudar a Las cazatrazas. En esta ocasión, la pequeña Greta es la encargada de contarles qué ha pasado y señalar al autor del crimen, que pasa desapercibido entre los padres allí presentes.

En el lado opuesto de la plaza, sobre otro de los escenarios, un par de jóvenes lucen trajes en los que se dibujan figuras de los cuadros del pintor malagueño. Él toca el cajón mientras ella baila animadamente al ritmo que le marca.

Chicas de 'La Carpa Teatro' que realizan pasacalles durante la Feria

Junto a ellos, hay una fortaleza hecha a base de cajas de cartón decoradas en uno de los talleres. Cada una de ellas lleva el nombre de su pequeño autor: Paula, Eric, Sara, Raquel, Teo... Sus diseños son tan coloridos como variados. Desde un perro hasta un arcoíris o un camión, sin pasar por alto una botella de vino dulce característica de la semana grande de Málaga.

Enfundados en bolsas de plástico para que sus trajes típicos no sufran ningún desperfecto, una docena de niños hace cola para poder pintar sobre paneles de metacrilato. ¿Por qué este material? La respuesta es tan sencilla como enternecedora: mientras ellos dibujan sus padres pueden ver el resultado desde el otro lado. Aunque este no dura mucho, pues debe ser borrado para que los que esperan su turno puedan dar rienda suelta a su creatividad.

Un niño decorando su caja en la Feria Mágica

Para los que busquen una obra permanente, que pueda ser apreciada durante estos días, bajo el lema "Pinta lo que quieras... pero pinta algo" se extiende una lona azul en la que se van colgando tantos dibujos como niños pasan por allí. Hojas de papel y ceras de colores, eso es todo lo que hace falta para que dejen un trocito de sus corazones en la Feria Mágica.

Todas estas y muchas otras actividades están a disposición de todas las familias que busquen un ambiente divertido y creativo para que sus hijos disfruten de la Feria de Málaga con la inocencia que los caracteriza.