El himno de Andalucía ha dado comienzo este sábado a la que es la Romería urbana más antigua de toda España, que cumple su 40 aniversario. Desde las escalinatas de la Casona del Parque, aún con la resaca emocional de la noche de fuegos con la que dio comienzo la Feria de 2023, los coches de caballos ataviados con cascabeles y flores han emprendido el camino que les ha llevado hasta la Patrona de la Ciudad, en el Santuario de la Victoria. 

En el carruaje principal, el abanderado de este año, Jorge González, director del Hotel AC Málaga Palacio, sujetaba la bandera de Málaga con orgullo acompañado de Francisco de la Torre, alcalde de la capital malagueña. Mientras saludaban y sonreían a los allí presentes, la concejala de Fiestas, Teresa Porras, se refrescaba con un abanico con el escudo de la ciudad.

Jorge González ondea la bandera

La Asociación Cultural Marisol Egea abría paso a los coches de caballo entre el repicar de las castañuelas y los verdiales. No podría ser de otra manera ya que se trata del baile más característico de la ciudad. Las cintas con los colores de Málaga se movían al ritmo de la canción que entonaban al unísono mientras las faldas de colores cogían vuelo.

Los cascabeles colgaban engalanando los caballos que tiraban de relucientes carruajes en los que iban los peregrinos. El calor y la humedad no quisieron perderse esta cita tan especial. El termómetro rozó los 30° durante la mañana. Aún así, fueron muchas las valientes que se ataviaron con espectaculares vestidos de gitana que levantaron el interés de los presentes. Lunares de colores, flores grandes y pequeñas, mangas que terminan en volantes y vestidos largos ceñidos inundaron la Romería.

Al llegar al Mercado de Atarazanas, algún valiente se atrevió a arrancarse por sevillanas mientras sus acompañantes de carruaje lo animaban tocando las palmas y hasta el violín; un gesto de espontaneidad festiva que acabó con el aplauso de los presentes e incluso de algún tímido "olé".

Carruaje frente a la portada de Calle Larios

El movimiento de los abanicos no cesaban mientras la Romería encaraba su último tramo. Ya era mediodía y el calor apretaba. Antes de llegar al Santuario, se oyeron más verdiales al grito de “Viva Andalucía, viva mi pueblo".

El carruaje terminó la Romería frente a las escalinatas que están a los pies del Santuario. El abanderado bajó del carruaje sin soltar la bandera que posteriormente ondeó orgulloso. Tras subir las escaleras hasta el mástil, ambos -Francisco de la Torre y Jorge González- sujetaron la cuerda para izar juntos la bandera. 

El himno de Andalucía indicó que era el momento: alcalde y abanderado la izaron lentamente mientras los presentes cantaban con devoción el himno de la Comunidad. El de España terminó con la ceremonia y tras un abrazo entre ambos se dirigieron al ritmo de verdiales al interior del Santuario donde tuvo lugar la misa rociera. Así da comienzo el primer día de Feria.