Feria de Málaga

Tradición malagueña a ritmo de verdiales

  • actuaciones. Las calles del centro histórico se convierten durante la Feria de Málaga en escenarios improvisados para las pandas de verdiales que le dan el toque musical más autóctono a la celebración

La Feria de Málaga es la fiesta grande de la ciudad, una semana en la que los boquerones viven con profundidad sus costumbres y exaltan su cariño por la tierra . Pero no existiría esta celebración sin el Cartojal, sin la biznaga, y mucho menos sin los verdiales. Estos cantes y bailes, declarados Bien de Interés Cultural, se han convertido en la auténtica expresión del territorio malagueño.

Caminar por la calle Larios estos días puede resultar una tarea complicada, sin embargo, distinguir una panda de verdiales entre la multitud no resulta nada difícil. Su sonido inconfundible con guitarras, panderos, violines y platillos, hacen que todo viandante deba hacer una parada obligatoria para contemplar esta bonita tradición, donde mientras los tocaores muestran su salero en corro, unas jóvenes encandilan al público entre bailes al compás de unas castañuelas repletas de lazos.

Algo tan bello como esta estampa ha de conservarse y por suerte los verdiales en Málaga están en auge. Según Miguel Ángel Reina, alcalde de la panda de los Romanes, esta tradición tiene un gran futuro, 'se están creando muchas escuelas, muy grandes y con muchas ganas de aprender verdiales, que es lo bonito, son cosas que no se deben de perder', afirmó.

Por su parte, la panda de Villanueva de la Concepción, formada hace 12 años, cada vez tiene miembros más jóvenes interesados por aprender. 'Nosotros facilitamos los instrumentos y ellos ponen el empeño', comentó el alcalde del grupo, Francisco Bueno.

'Esta habiendo una excelente transmisión generacional y la verdad es que estamos muy ilusionados. Además, estamos siendo muy bien acogidos en todos los lugares', manifestó. 'Hemos realizado actuaciones en Londres, Bilbao, Madrid y Barcelona; todas ellas con mucho éxito', agregó por último Bueno muy contento.

Y es que los sones verdialeros desprenden arte donde quieran que vayan y seducen a todo el que los escucha. Por eso han sido y serán la banda sonora que acompaña estos días de fiesta al más puro estilo malagueño.

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