A las 13:45 Mari y Maribel llegaron ayer a su destino: la Estación de Autobuses de Málaga. Atrás queda una hora y pico de viaje desde Ronda y por delante, un día de Feria con sus amigas de la Universidad. Estas dos chicas, acostumbradas a hacer este camino dos veces por semana durante el curso, se mostraron sorprendidas pues la afluencia de pasajeros 'era mucho mayor'. Quizás a este trasiego contribuyó que era un día festivo y que 'el número de autobuses que salen desde Ronda es bastante menor', explicó Maribel.

También Clara vino desde Torremolinos para unirse a la fiesta. En su caso, el tren de cercanías fue el transporte que la llevó al centro de Málaga. La joven, que consideró 'más cómodo' venir en tren que en coche ya que se 'ahorra' tener que aparcar, comentó que los vagones venían 'llenísimos' y reivindicó que 'los días de fiesta el número de trenes que llegan a Málaga debería ser mayor.'

Sin embargo, la mayoría de los pasajeros que pululaban ayer por las estaciones no se iban o venían de la Feria. En María Zambrano, una pareja esperaba a que su tren saliera hacia Madrid. Habían llegado al aeropuerto de Málaga por la mañana y el resto del viaje lo iban a hacer en AVE. Lo mismo ocurría con un grupo de amigos, que cargados de maletas, esperaban sentados en el suelo de la estación a que su tren partiera hacia la capital.

Frente a los marcos de seguridad, varios grupos de extranjeros cogían mapas en el mostrador de información turística. Para atenderlos no había nadie al menos hasta las 16:30, así que fueron ellos mismos los que intentaron guiarse unos a otros a través de los callejeros de la ciudad.

Fuera, los taxistas se quejaban de que cada vez hay menos gente que se sube a sus coches para llegar a la Feria. 'Las paradas están llenas de taxis porque nadie los coge', afirmó Juan, que además culpó al Ayuntamiento de 'perjudicarlos al poner autobuses urbanos durante las 24 horas del día'.