Feria de Málaga 2025: Cóctel de tradiciones, despedidas de soltero y 'botellón' en su primer día

A primera hora de la mañana, la Victoria ha sido un remanso de paz. Algunos aprovechaban para huir del centro, armados con toallas y neveras, y darse un refrescón en la playa (menudo bochorno desde primera hora). Tan solo una mujer, antes de las 11:00, se atrevía a ocupar las escaleras del Santuario de la Virgen de la Victoria con su sillita a la espera de la Romería. Una imagen que nada tiene que ver con la de calle Larios a primera hora de la tarde. La Feria de Málaga 2025 en el Centro aúna cóctel de tradiciones, despedidas de soltero a chorro y botellón en su primer día. Ésta mantiene el pulso a base de vino dulce y verdiales mientras el Real se consolida para familias a medio día y el ocio nocturno.

Cerca del cine Albéniz los bares ya sonaban a Feria y los comerciantes preparaban con esmero los puestos de flores y abanicos. La calle Larios, a partir de las 12:00, ya lucía orgullosa a sus gentes, pandas de verdiales y grupos de turistas. El jaleo a medio día en la Plaza de la Constitución se ha mezclado con las numerosas despedidas de soltero. Uno de estos grupos se ha animado a versionar canciones de Estopa, megáfono y guitarra en mano, mientras uno de los integrantes gritaba una rotunda propuesta cultural: "Ojalá firmemos tetas". Con mesas libres aún en las terrazas de la Plaza de las Flores, el bullicio ha empezado a notarse sobre las 14:00. Muchos, bajo los efectos del dios Baco, bailoteaban mientras algunos usaban de sombrero la tapa de las basuras patrocinadas por el famoso vino dulce.

La Feria del centro también guarda nuevas y veteranas sorpresas para ciudadanos y visitantes: las pandas de verdiales y el escenario folclore popular malagueño. Situado a la altura de escultura de Tony Cragg, muchos han jaleado y aplaudido las actuaciones. Entre ellas las de las Academias de baile de Nani Díaz y Juan Reina. Un guiri no podía evitar suspirar y pronunciar en un castellano inteligible: "Eso es bello". Algo de esencia y de identidad se conserva al menos entre tanto alcohol y abanico (los botellones se han improvisado hasta en los aledaños de los escaparates). El 'Qué vivan los novios' de las despedidas se ha mezclado con los verdiales interpretados por la panda de Teatinos a lo largo del día.

El transporte público ha sido la opción elegida por muchos malagueños para dar el salto al Real Cortijo de Torres. A medio día, muchos han decidido irse hasta allí para comer y sacudirse el calor del centro. En la cola, alguna que otra señora no se enteraba de si el billete de Feria se pagaba con tarjeta del autobús o sí la fiesta en el Centro acababa a las seis o a las siete de la tarde. Algunos jovencitos al fondo del bus mantenían un serio debate: "Tengo ganas de probar el Cartojal. Debo hacerlo para sentirme uno más aquí". "Está demasiado bueno. No es el rebujito de Sevilla, pero tiene su particularidad", zanjaba una de las muchachas.

A la vuelta al Centro, la Calle Alarcón Luján era escenario de sevillanas improvisadas y mayores aglomeraciones sobre las 16:00. El Centro mantiene el folclore vivo en cierta manera y el Real se siente más una Feria estándar. Sea como fuere, una de las imágenes del día ha sido las de dos turistas en bañador en una terraza de una vivienda turística de calle Nueva, bebiendo y fumando, mientras las basuras se acumulaban al lado de la Plaza de las Flores. Una estampa que contrasta con la realidad de esta ciudad rendida al turismo, y durante los próximos días, al jaleo y las ganas de pasárselo bien a pesar de todo.