Y casi nos dieron las diez

Cuando dieron las 20.20 horas de la tarde, sonaron clarines para el tercio de banderillas del tercero bis. Cinco minutos después, sobrevolaba la plaza un avión anfibio camino de recoger agua. Otros cinco minutos después entraba en la enfermería un empleado de la plaza por una brecha en la frente tras haberse caído en los corrales.

La novillada con picadores que abrió feria se hizo larga aunque los astados de Antonio Rubio Macandro, justos de presencia, ofrecieron buen juego en líneas generales, fueron peores cuarto y sexto. Muchas de las lidias estuvieron accidentadas desde la portagayola en el primero de la tarde, afortunadamente sin mayores incidencias.

Para cuando salió el cuarto ya se había cortado dos orejas, en un claro empate entre Julio Méndez y López Ortega, que fue el balance final del primer festejo. El rondeño Ignacio Candelas se fue con tan solo dos ovaciones.

El tercero fue devuelto y en su lugar se lidió el sobrero. López Ortega inició la faena de su debut con picadores por hinojos. Por el izquierdo el animal no tuvo ni uno por lo que se basó en la derecha. Terminó como comenzó, con manoletinas de rodillas y dejó una estocada caída.

El segundo tuvo poca obediencia en los trastos lo que también provocó muchos enganchones en la faena. El final fue por bernadinas y tras la estocada entera paseó la primera oreja de la tarde y de la feria.

Un ramillete de verónicas de mano baja y chicuelinas en el saludo al quinto de la tarde volvieron a despertar al público. Se quedó crudo en varas y López Ortega tuvo que desistir del quite. Méndez inició la faena de muleta con derechazos de rodilla que hicieron sonar la música. El novillo tuvo alegría en la embestida aunque fue más rebrincado por el izquierdo. Dejó media estocada perpendicular y le sonaron dos avisos con el descabello. Tampoco acertó el tercero. Saludó una calurosa ovación que dio muestras de que el premio podría haber sido mayor de haber acertado con los aceros.

Poco pudo confiarse el rondeño con el cuarto de la tarde de embestida más brusca y que le echó mano en dos ocasiones al darle la espalda. Mató de pinchazo, estocada y se le atascó el descabello. Le sonó un aviso después de una faena que no llegó a tomar vuelo. Pasó a la enfermería al finalizar su turno.

Había saludado al primer animal de la feria, colorado, muy justo de presencia, a portagayola. Julio Méndez le hizo un quite ajustado y la réplica fue por chicuelinas. La faena transcurrió principalmente por el pitón derecho, con un toreo ajustado y un final por manoletinas. Mató de pinchazo y estocada entera. Asomaron muy pocos pañuelos y saludó una ovación.

Difícil se puso el sexto de la tarde, de mayor trapío y nada que ver con el resto de la novillada, e insistente el novillero que se llevó un par de sustos antes de entrar a matar. Otro fallo a espadas dio por finalizada la novillada con un silencio.

Eran las diez menos diez cuando los tres novilleros abandonaron el ruedo con más pena que gloria.

Por cierto, Cayetano ya ha anunciado su no comparecencia en La Malagueta. Toreaba el martes en uno de los carteles fuertes junto a Roca Rey y David de Miranda en la que iba a ser su despedida de Málaga.