Cuando la mayoría se va, ellos se quedan. Sus turnos duran hasta bien pasada la medianoche, cuando en el Centro Histórico de Málaga los últimos feriantes comienzan a recogerse para poner rumbo al Real o marchar a casa. Ellos se encargan de adecentar lo que otros no hacen más que ensuciar, día tras día y de manera más acusada en las jornadas de Feria. 

En el Centro, son alrededor de 20 operarios los que forman parte de la Comitiva, un dispositivo especial de la Empresa Municipal de Limpieza de Málaga, Limasam, que se encarga de desinfectar "lo más gordo" -según sostienen-, es decir, la suciedad generada por los feriantes durante toda la jornada de día en el Centro de la ciudad. 

Su jornada laboral se prolonga durante siete horas, hasta bien entrada la medianoche.

Su turno comienza a las 17:30 y se extiende hasta las 00:30. Durante esas siete horas, deben lidiar -entre otras cosas- con los más rezagados, aquellos que se resisten a irse a las 18:00 de la tarde, cuando la Feria de día debe haber terminado en el Centro.

Eso, reconocen, es una de las tareas más complicadas. Según asegura Mari Carmen Rivas, que trabaja en Limasam desde 2005, "lo peor es cuando está el tumulto de gente y no te puedes meter a barrer en condiciones, eso es lo que más cuesta. Cuando no hay gente lo vas sacando todo con más ligereza y mejor”.  

Algunos operarios en el centro de Málaga, antes de comenzar la faena.

Al contrario que el resto de malagueños en Feria, la mayor parte de su día consiste en "barrer, barrer, barrer y tirar papeleras”, aunque reconocen que esta Feria no se está generando tanta suciedad como las anteriores. "La verdad que otros años han sido peores. Este año está tranquilo. Yo me esperaba más para habernos pegado dos años sin Feria”, reconoce Alberto Arias, que se mantiene en este oficio desde hace 12 años.

En cada turno, los trabajadores de la Comitiva hacen, de media, tres vueltas al Casco Histórico. Cada una de esas vueltas dura en torno a una hora u hora y media, dependiendo de los feriantes que interfieran con su trabajo y de cómo se despejen las calles. Para facilitar su labor la Policía Local se encarga de escoltarlos, según defiende Francisco Miguel Frías, operario de Limasam desde 2011. 

Uno de los camiones que se encarga de barrer las calles de Málaga.

El equipo de trabajo está compuesto por operarios de a pie y conductores de barredoras. El trabajo de unos y otros se complementa, pero según Antonio Guerrero, que lleva subido al camión desde 2010, aunque ambos se dediquen al mismo oficio, su función es bien distinta: "Los que llevan escoba trabajan muchísimo, yo voy en una máquina sentado. Yo tengo el estrés de no pillar a nadie, pero ellos van pegando escobazos siete horas. Ellos tienen un trabajo mas físico y nosotros mas psíquico: no atropellar a nadie, tener mucho cuidado... Además, como cada cepillo se extiende medio metro más por cada lado, tienes que tener mucho cuidado, especialmente en la Plaza del Carbón, con las sillas, los carteles, los toldos…”.

Si los operarios imploran algo a los ciudadanos de Málaga estos días de Feria, eso es que hagan suyas las calles de la ciudad, para que dejen de tirar sobre ellas vasos, botellas y papeles que sólo les hacen más complicada su ya engorrosa tarea.