Feria de Málaga

El vestido de flamenca no se corta

  • El tradicional vestido de flamenca abandona su largo clásico y apuesta por acortar las faldas, dejar las piernas al descubierto y de paso recordar la estética de las películas de Marisol

LOS expertos en el mundo de la moda suelen decir que en tiempos de crisis o de recesión económica, algo que lamentablemente nos suena mucho, las faldas tienden a acortarse, reduciendo el tejido necesario para la confección y abaratando costes. Aunque lo cierto es que esta premisa no la confirman las últimas tendencias del verano, especialmente a sabiendas de que uno de los imprescindibles de la temporada ha sido las faldas en versión maxi u oversize. Y dispuestos a desmontar esta consideración, la estética años 40 y los vaporosos vestidos de gasa de propuestas como las de Dolce & Gabbana o Gucci para el próximo otoño, le hacen un flaco favor a aquello de reducir costes en tiempos de crisis.

Pese a todo, siempre está la excepción que rompe la regla, o que la confirma, como en este caso. Los vestidos de flamenca tienden a acortarse, reducen sus volantes, dejan piernas al descubierto y se hacen más llevaderos, especialmente para las calurosas jornadas de la Feria de día en el centro de la ciudad. Pese a todo, las tendencias del mundo flamenco, pesa ya recordar la capacidad que tiene el vestido de flamenca de adaptarse a los dictámenes de las pasarelas cada temporada, llevan ya algunas temporadas presentando estas propuestas de corto, y dando un paseo por los aledaños de la Feria de día, todo parece confirmar que esta tendencia ha calado y hondo en las féminas.

Las hay que se lo diseñan ellas mismas, e inclusive las más atrevidas hacen un apaño, como decimos en el argot popular, y optan por arreglar sus viejos vestidos y, de paso, acortar las faldas quitando algún que otro volante. Oía el otro día que debemos ir hablando de estilo más que de tendencias, por aquello de que todo se lleva y todo vuelve. Es difícil comprobar hasta que punto esto es cierto, pero no cabe duda de que todo vuelve: hombreras ochenteras, decoración y moda vintage y el estilo retro. El mejor ejemplo de que la moda retro-cede son estos vestidos de flamenca en versión mini que bien recuerdan a los vestidos de la, un día desaparecida de la vida pública, Marisol.

Ya sea por comodidad o por tendencia, lo cierto es que el traje de flamenca vuelve a décadas pasadas y se reinventa. De este modo, todo parece indicar, que en lo que a restar volantes se refiere, las malagueñas no se cortan.

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