Feria de Málaga

Con volantes y a lo loco

  • Los volantes en 'patchwork' de diferentes tejidos y los materiales como el encaje se convierten en los grandes protagonistas del clásico vestido de flamenca que se suma a las tendencias a todo color

LAS niñas por las esquinas con los volantes y lunares, mantones y clavelinas..." es ésta una de las estrofas del grupo Cantores de Híspalis. Lo cierto es que este fragmento de la canción Sevillana cuanto te quiero, podría extrapolarse al panorama de la moda flamenca y sustituirse por "volantes cuanto te quiero".

Qué duda cabe que se trata del elemento imprescindible del vestido de flamenca, pese a ello, los kilómetros de volantes de los trajes de flamenca de la década de los ochenta, por fortuna han desaparecido, o al menos, no se llevan.

Esta ristra de volantes ha dado paso a trajes más sutiles, menos cargados y más fáciles de llevar. Y eso mismo se pudo ver ayer recorriendo las calles del centro de la ciudad y observando los atuendos del cada día más reducido número de mujeres que se animan con el traje de flamenca.

Quienes piensen que elegir un vestido de "gitana", como popularmente se suele decir, es fácil, está en un completo error y las amigas del reciclaje de vestidos de décadas pasadas, se convierten en el mejor ejemplo de ello.

Pese a todo, el traje de flamenca cada día deja más el camino libre a lo que los comerciantes del sector llaman "bata" o "bata rociera" y ésta, ávida por la conquista de la calle en tiempos de Feria, no tiene reparo alguno en vestir a la mayoría de las féminas que se pasean para ver y ser vistas en las mañanas de la Feria del centro.

Quizás lo más llamativo del traje de flamenca y lo que anima a cambiarlo año tras año es la capacidad de éste de adaptarse a las tendencias de cada temporada, y los diseñadores del sector se afanan por sorprender en la confección de los vestidos y, cómo no, en la disposición de los volantes.

Asimétricos, en horizontal o en patchwork de tejidos, con el encaje en tonos nude como novedad, los volantes de los vestidos son clave y el efecto sorpresa, bien por la confección de los mismos o bien por su diseño, hacen que el vestido resulte especial.

Málaga se viste de Feria y los suaves movimientos de las faldas anuncian que la fiesta y el baile han llegado. Solo cabe esperar que la moda, y de paso el buen gusto, también formen parte de esta fiesta, y por el momento, no parece que tengan la invitación para colarse en tan señalada fecha, pese a ello, aún queda mucha Feria, y lo importante, como en los volantes, es el efecto sorpresa.

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