Festival de Málaga. Cine en Español

¿Dónde estaban Almodóvar y Coixet?

  • Apuntes a la recién clausurada edición del Festival de Málaga de Cine en Español

Pedro Almodóvar y Antonio Banderas, la semana pasada, en la presentación de ‘Dolor y gloria’ en Madrid.

Pedro Almodóvar y Antonio Banderas, la semana pasada, en la presentación de ‘Dolor y gloria’ en Madrid. / Kiko Huesca / Efe (Madrid)

EL director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, se tuvo que tomar los tres ajoblancos que normalmente deberían haber sido compartidos con los dos directores españoles más internacionales: Pedro Almodóvar e Isabel Coixet.

Dolor y Gloria se estrenó el pasado viernes, en pleno desarrollo del Festival de Málaga. Antes, se había preestrenado en la Academia de Cine (martes 19), en la Filmoteca española (jueves 21) y en varios preestrenos especiales y en 320 cines de toda España. En el único lugar donde no se ha podido ver la película de Almodóvar es en el Festival de Málaga. ¿Por qué? Por su falta de credibilidad, contrariamente a lo que intentan explicar desde su organización, tratando de vender medias verdades o postverdad, que viene en este caso, al punto.

Desde la dirección del festival se dio la explicación de que Almodóvar no participa en Málaga porque no lo permite el Festival de Cannes donde, previsiblemente, irá a concurso. Pues bien: es rigurosamente incierto.Las normas de Cannes exigen exclusividad mundial, exceptuando tu país. Es decir, el productor de una película puede hacer con ella lo que quiera, en su propio país. Y esto es de sentido común. Cannes es en el mes de mayo, y tu película puede tener unos planes de estreno en su lugar de origen, que el festival de Cannes respeta. No es la primera vez que una película de Almodóvar se estrena en marzo o abril y después participa en mayo, a concurso, en Cannes. Una película terminada muchos meses antes de mayo, puede esperar al estreno mundial, por la exigencia de exclusividad, a Cannes; pero en su país se le permite estrenar, puesto que es su mercado natural.

Dolor y Gloria debería haber sido la película de apertura del Festival de Málaga, fuera de concurso. Si no ha sido así es porque ni la productora, El Deseo, ni la distribuidora, Sony Pictures, han considerado que, estrenar en el Festival de Málaga, era útil para la película. Lo cual es inexplicable e inconcebible. Abrir un festival con tu película que se estrena una semana después es, para nosotros los productores, un regalo infinito en promoción y marketing. Y no aprovechar una ocasión como ésta, además de darse pocas veces, tiene solo una palabra: desconfianza.

Pasamos ahora a explicar el caso de Isabel Coixet. Su última película participó, a concurso, el pasado mes de febrero en el Festival de Berlín. En este caso la directora sí es habitual en Málaga. Su película Nadie quiere la Noche (2015) abrió en febrero la 65 edición del festival de Berlín, y solo un mes después participó en Málaga. ¿Qué ha cambiado en nuestro festival para que la productora y distribuidora de Elisa y Marcela (2019) no participe en el festival? ¿La organización del certamen malagueño no ha negociado siquiera un pase, fuera de concurso, con la presencia de Isabel Coixet? Pues la película no tiene previsto su estreno hasta después del verano… Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Que un festival abre y cierre con dos películas tan aberrantes e impresentables como 'Taxi a Gibraltar' o 'Los Japón' solo corresponde a la servidumbre y exigencia de Antena3

Claro que un festival que abre y cierra su edición de 2019 con dos películas tan aberrantes e impresentables como Taxi a Gibraltar o Los Japón, no importa a qué festival acudan, incluso fuera de concurso, solo corresponde a la servidumbre y exigencia de Antena3, patrono mayor del festival. Ellos sí conocen la plusvalía gratis en publicidad y marketing que supone abrir y cerrar un festival en el que, por cierto, no ponen un solo euro; su participación es en especie. Resulta, cuanto menos, paradójico que nunca una apertura o clausura del festival más importante del cine español haya sido retransmitida ni en directo ni en diferido por esta cadena que, además, nunca programa películas iberoamericanas. Tampoco cortos ni documentales.

En la tercera edición del Festival de Málaga (2000) recuerdo que llegué a leer un borrador de contrato que estuvo a punto de firmarse entre Canal + y el festival, donde la cadena, en cerrado y de pago, se convertía en patrono oficial. La entonces alcaldesa, Celia Villalobos, declaró: “Al enemigo, ni agua.Yo misma me encargaré de encontrar pronto un patrocinador”. El enemigo entonces era todo lo que tuviera que ver con el grupo Prisa. Y a los pocos días Antena3, de la mano de Villalobos, se convirtió en el patrono mayor del festival.

Isabel Coixet, con Natalia de Molina y Greta Fernández, el mes pasado en la Berlinale. Isabel Coixet, con Natalia de Molina y Greta Fernández, el mes pasado en la Berlinale.

Isabel Coixet, con Natalia de Molina y Greta Fernández, el mes pasado en la Berlinale. / Adam Berry / Efe

Entre las innumerables Biznagas honoríficas que cada año reparte a diestro y siniestro Málaga, este año se ha llegado a entregar una a un director que solo ha dirigido una película, y se justifica por su emergente carrera en la dirección; mientras que al cineasta Julio Diamante, director de la Semana de Cine de Autor de Benalmádena, que marcó a dos generaciones de malagueños, le han dado un homenaje de segunda categoría: mitad en el MAF y mitad en el propio festival, con entrega de la Biznaga honorífica en el Auditorio del Museo Picasso, en vez de en el teatro Cervantes, y por iniciativa, muy bienvenida sea, no del festival, sino de la Biblioteca Pública del pueblo de Benalmádena.

Se ha podido ya comprobar, en esta huida hacia adelante del festival por la que desde hace tres años se ha convertido en iberoamericano, el agravio comparativo entre España, con 13 películas a concurso, y 22 países, con 9 películas, es decir: España compite contra lo mejor de Iberoamérica por esa exclusiva mundial de tener dos Biznagas de Oro, premio ex aequo a perpetuidad, y llamarlo EN español, lo que, intuyo, ha supuesto más de una consulta al semiólogo.

Entre las perlas de este año, tenemos varias: por ejemplo, en esta edición competían en el Concurso Oficial varias óperas primas españolas junto a una película brasileña elegida por su país para ser representado en los Óscar. En el comité de selección del Festival de Málaga hay una persona que lleva 22 años en el mismo. El director del festival sigue trabajando a media jornada: 50% para el Teatro Cervantes y 50% para el festival. Este año han decidido no publicar en papel el catálogo del certamen, lo que hubiese implicado enriquecer la biblia futura de cualquier festival que se precie como tal. Nos contestan que lo tenemos en digital; bueno, esto es como lo del cine: sabemos que el negativo dura al menos 134 años, el digital no lo sabemos. En la ceremonia de clausura muchos de los premiados no fueron en persona a recoger su Biznaga y enviaron vídeos de agradecimiento. El presidente honorífico, Antonio Banderas, también mandó un vídeo, habiendo estrenado 24 horas antes Dolor y Gloria en toda España. Vamos, un entero despropósito.

El nivel de la sección oficial con 24 películas, 22 de ellas a concurso, ha sido bajísimo. Con una clara ventaja superior en calidad de las películas iberoamericanas, nueve en total, con respecto a las españolas, trece en total. Eso sí, nada que objetar al veredicto del jurado: magníficas todas las películas premiadas. Lo mejor del festival, como siempre, ha sido la sección de Documentales y esa puerta abierta a la Industria que cumple su segundo año de vida bajo la denominación de MAFIZ.

Una última sugerencia: hay un festival en Pamplona llamado Punto de Vista especializado en Documentales; a tenor de sus bases, cada cuatro años, cíclicamente, el director del festival deberá ser cambiado y votado el nuevo entre los componentes del comité de dirección. Parece algo muy sano y democrático. Quizá Málaga podría tomar nota.

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