Puesta de largo para volver a la vida

Silvia Abascal, presentadora de la cita junto a Asier Etxeandia, se convirtió en la gran protagonista de la nueva edición en su primera noche, sin escatimar en emoción.

Puesta de largo para volver a la vida
Puesta de largo para volver a la vida
Inmaculada Montes

18 de abril 2015 - 05:00

Si la gala inaugural del Festival de Málaga reviste tradicionalmente un regusto festivo y conciliador, la que dio ayer el pistoletazo de salida a la nueva edición del certamen en el Teatro Cervantes revistió, además, generosas dosis de emoción. Y la responsable de que buena parte del sarao se desarrollara al borde de las lágrimas fue la actriz Silvia Abascal, quien, recuperada y espléndida, ejerció de presentadora junto a un eficaz Asier Etxeandia (difícilmente podría haber escogido el festival un showman más idóneo; y resultó reconfortante reencontrar al actor sólo unas semanas después de haberlo visto en el mismo escenario, pletórico, con su espectáculo musical El intérprete: un verdadero festín). Conmovida y ante un Cervantes en pie, Abascal brindó agradecimientos a Málaga, al Hospital Carlos Haya, al Hotel Málaga Palacio y al Festival de Cine Español. Etxeandia correspondió, rendido a sus pies, presentando a Silvia Abascal como "una mujer con talento, luz, belleza, una heroína y una invencible que llega al escenario para llenarlo de color". Y así fue: nada quedó anoche en gris.

También recordó Etxeandia a Orson Welles, artífice de la Película de Oro de este año (Campanadas a media noche), con esta cita oportuna: "La vida es cine y el cine es la mejor forma de volver a la vida". Comparecieron después numerosos actores vinculandos al festival a través de un divertido vídeo para felicitar al certamen por su mayoría de edad, un cumpleaños feliz que culminó a ritmo de dance con Para hacer bien el amor hay que venir al sur de Rafaella Carrá. No hubo, como corresponde a la tradición serena y amistosa del Festival de Málaga, dardos de tipo político en pro de la celebración festiva; pero sí apuntó Etxeandia, por si acaso, tras recordar que la anterior edición del ciclo dejó un impacto de 40 millones de euros y 130.000 visitantes, que la cultura "significa prosperidad, ya que genera negocio para muchos sectores", para, acto seguido, reclamar la protección y la proyección que el certamen malagueño merece.

También los homenajeados añadieron sal a la noche con otro vídeo lleno de ocurrencias. La música la pusieron el batería malagueño Coki Giménez (en clara evocación de Whiplash), Dover y Nur Levi, que dio paso a la proyección de Hablar. Y más cine, por favor.

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