Christopher Zalla ha conmovido hoy al Festival de Málaga con Radical, la historia real de una niña superdotada que logró cumplir su sueño de estudiar ingeniería aeroespacial gracias a un maestro que supo ver el potencial en ella, en contra de un destino que le abocaba a rebuscar entre la basura, como su padre.

"Tuvo que venir un gringo a hacer un artículo sobre ella en una revista de amplia tirada en EEUU para que los mexicanos conocieran la historia de Paloma, que logró sacar la nota más alta de la llamada Prueba de Enlace", un examen estatal que ya no existe pero que fue muy cuestionado entre los profesores mexicanos para medir los conocimientos aprendidos, ha explicado en director, ahora afincado en Nueva York.

Conocido en España por Padre nuestro (2007), donde ya coincidió con el genial actor mexicano Eugenio Derbez, fue el cómico el primero que se interesó en esta historia. El artículo, ha desvelado Zalla, obviaba a Sergio, el profesor enfrentado a todos por dar un nuevo aire a la rancia y obsoleta educación de los colegios, precisamente para que otros maestros no se animaran a los cambios.

Aunque la historia real ocurrió en 2012 en el municipio mexicano de Matamoros, no fue posible filmar allí "por cuestiones de seguridad". "Nos volvimos locos buscando un sitio parecido; gracias que teníamos a los auténticos Sergio Paloma para preguntarles", ha apuntado Zalla.

Porque la película, esperanzadora, divertida y muy emotiva, no esconde realidades como la convivencia con el narco y las bandas callejeras, la corrupción política o el descaro de las autoridades que se embolsan el dinero de los suministros educativos, ni situaciones que abocan a los niños a dejar la escuela para ayudar económicamente a la familia. Como es el caso de Lupita (Mía Fernanda Solís), compañera de clase de Paloma, que debe abandonar con doce años porque su mamá va a tener otro bebé del que no puede ocuparse. O Nico (Danilo Guardiola), secretamente enamorado de Paloma, que se lo juega todo por defender su derecho a ser un niño.

Un elenco no profesional, elegido entre los niños del pueblo donde se rodó, que se come la cámara con su naturalidad. También sobrevuela la crítica sobre el debate educativo, que tanto Zalla como Derbez, se alegran de haber reabierto en México.

"Más que romper taquillas o récords de audiencia -la película ha sido el drama más visto en México desde su estreno- lo que me gustaría es que Radical cambiase conciencias, que haya maestros capaces de dar todo por sus alumnos que digan 'yo quiero salirme del sistema' y alumnos capaces de aprender y luchar por conseguir sus sueños después de ver la película. Ojalá lo logre", ha dicho Derbez a EFE en una entrevista por zoom. 

"Ha sido un viaje increíble, me resultó curioso lo diferente que encajaron la película en su estreno" en EEUU y México, respectivamente. En México, señala Zalla, "fue todo muy emocional", pero en EEUU y su cultura capitalista, la historia sirvió para confirmar su idea del hombre hecho a sí mismo". Veremos, dice, la reacción del público español, que podrá verla en salas el próximo día 15. "Para mí Radical es una lucha entre tragedia y esperanza, pero añade otra pelea: la de la realidad contra la posibilidad, la inspiración y sus límites", ha reflexionado Zalla.

Derbez, magnífico en su primer papel íntegramente dramático, "hizo un personaje diferente, de adentro para fuera", ha explicado Zalla, mientras el cómico reconoce que tuvo sus momentos de nervios ante el reto. "Estamos en un momento en el que esta muriendo la educación que conocíamos. En todo el mundo tenemos los mismos retos. Es una lástima, pero la educación debería ser la máxima prioridad de los países, pagarles a los que más, pero no", según Zalla.

"Sergio nos explicó que si se abrían aulas con computadoras en los colegios, en dos días los robarían. Un maestro puede cambiar mucho, pero hay que cambiar a la sociedad", ha resumido. La cinta compite en la Sección Oficial por la Biznaga de Oro latinoamericana.