Ahogada por las deudas

Concha Velasco se fue con una mano delante y otra detrás

Concha Velasco en la gala de los Premios Goya de 2018.

Concha Velasco en la gala de los Premios Goya de 2018. / RTVE

Concha Velasco ha fallecido a los 84 años de edad tras el empeoramiento progresivo que había sufrido su estado de salud en los últimos meses. La actriz, una de las más grandes de la escena en nuestro país, ha participado en más de 80 películas y en casi una veintena de series a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, donde también tuvo tiempo para destacar en el teatro.

Durante más de seis décadas Concha Velasco ha trabajado en el mundo del espectáculo (cine, televisión y teatro). Lo que podría haber sido un cuantioso patrimonio, se fue dilapidando con el paso del tiempo por diversos factores. La protagonista de reconocidos títulos como Las chicas de la Cruz Roja, Los tramposos o Teresa de Jesús ha acumulado muchos años de sacrificio que no se han materializado en una gran fortuna. Sin duda, su mejor patrimonio ha sido el que ha dejado encima de los escenarios y que perdurará para siempre en el recuerdo de todos. 

En los años 90 comenzó a sufrir algunos problemas financieros gracias a la mala cabeza de su marido, Paco Marsó. Según Libertad Digital, en 1992 tuvieron que hacer frente a una deuda de 265.000 euros. A ello hay que sumar las juergas de Paco Marsó y la producción de musicales que no terminaron de cuajar. Un ejemplo de ello fue ¡Hello, Dolly!, un espectáculo que le dejó al borde de la ruina y por el que se vio obligada a desprenderse de varias propiedades, como su exclusivo chalet en La Moraleja que vendieron en el año 2001 y el piso madrileño del barrio de Sanchinarro.

Con su marido fundó la editorial MarsóVelasco. De los numerosos proyectos que pusieron en marcha solo consiguieron saborear las mieles del éxito con el musical Carmen, Carmen en el año 1988. El resto de proyectos, entre los que se encontraban la biografía de Mary Carrillo, La Truhana o La rosa tatuada, no lograron los resultados esperados.

A sus problemas como productores se sumó el despilfarro de su marido. Paco Marsó se convirtió en un asiduo de la noche y las fiestas nocturnas. Se comenta que perdía unos 6.000 euros por noche en los casinos. Mientras tanto, Concha seguía trabajando para sufragar los gastos de una persona que bebía demasiado y no miraba por el dinero. 

Así estuvo hasta el año 2010 donde tomó la drástica decisión. Tras varias intentonas, decidió divorciarse de su marido, que falleció unos meses después a causa de un derrame cerebral.

Ya sin su marido en vida, Concha continuaba arrastrando deudas y problemas con Hacienda. Por ello, tuvo que rescatar su plan de pensiones de 50.000 euros para paliar sus problemas financieros. “No me importa decirlo, he tenido que vender todo lo que tenía en mi casa porque cuando no se cobra, hay que hacerlo. Dichosa yo que tenía cosas para vender. Hace unos días le dije a mi hijo: ‘Hay una cubertería allí, véndela’. Y le dieron 50 euros para que pudiera ir a la farmacia”, dijo en 2021 antes de ingresar en la residencia.

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