El Arboretum de Jarapalos, exotismo verde y superviviente del fuego
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Los jardines botánicos repartidos por la provincia de Málaga se han convertido en destinos populares que cada vez más personas visitan y disfrutan. Estos espacios cuidan y exhiben especies vegetales, muchas de ellas exóticas y provenientes de lugares lejanos, en un entorno controlado y estudiado para resaltar su valor. Esta práctica, desarrollada por los seres humanos a lo largo de milenios, nos permite apreciar y aprender sobre la diversidad de plantas en nuestro planeta.
Sin embargo, en pleno cinturón urbano de Málaga, entre las conocidas Alhaurín de la Torre y Mijas, se encuentra un jardín botánico en medio de la naturaleza que ha estado creciendo durante décadas y alberga una sorprendente cantidad de biodiversidad, convirtiéndose en un pequeño paraíso para explorar y desconectar. Sí, hablamos del Arboretum de Jarapalos, un lugar que cuenta con varias rutas para recorrer –forma parte de la Gran Senda de Málaga–, rincones de tranquilidad para disfrutar y un arduo trabajo de cuidado, planificación y ejecución detrás de su existencia. Su historia es tan sorprendente como reconfortante, ofreciendo una experiencia única para todos los visitantes. Este pasado verano un 20% lo abrasó las llamas, el otro 80%, gracias a la labor de los trabajadores forestales contraincendios, sigue intacta y se puede disfrutar.
Un arboretum, también conocido como arboreto, es un jardín botánico diseñado principalmente para albergar árboles que complementan y se adaptan perfectamente al entorno elegido. Estos espacios suelen ser creados con el propósito de estudiar estas plantas, conservar especies y rejuvenecer los entornos naturales. El Arboretum de Jarapalos cumple con estas tres premisas, y su historia única se remonta a muchos años atrás, cuando la zona en la que se encuentra actualmente era un vivero que suministraba árboles para proyectos de reforestación en las distintas sierras de Málaga.
Con el tiempo, la Plataforma para la Defensa y Salud de la Sierra (PDSS) tomó la iniciativa de reformar la casa que servía como centro de operaciones del antiguo vivero. En 2011, comenzaron a diseñar y plantar el arboretum en los alrededores, con la colaboración de voluntarios y diversas administraciones. Más de una década después, la dedicación y esfuerzo de la PDSS y sus colaboradores han dado sus frutos, y el lugar se ha convertido en un punto de recreo y tranquilidad que vale la pena visitar. La naturaleza agradece esta labor, y los visitantes pueden disfrutar de un entorno en armonía con la flora local y aprender sobre la importancia de la conservación de los árboles y su entorno.
El Arboretum de Jarapalos no solo cuenta con señalización detallada que permite conocer el entorno y seguir las diferentes rutas disponibles, sino que también promueve el cuidado de la naturaleza y ha mejorado los alrededores al incorporar fuentes y pequeños cursos de agua. A lo largo de los años, esta iniciativa ha contado con la colaboración no solo de los miembros y amigos de la PDSS, sino también de colegios y otros grupos que han ayudado a sembrar y desarrollar una idea que ha mejorado el entorno que los rodea y que ahora sienten como propio.
Es una iniciativa encomiable que sirve como puerta de entrada a la sierra que conecta Alhaurín de la Torre y Mijas. Incluso ha sido testigo de eventos destacados como el Maratón de Jarapalos que se ha celebrado en sus inmediaciones. Además, periódicamente se organizan actividades para explicar, generar conciencia y mejorar este entorno natural, el cual ofrece vistas impresionantes del Mediterráneo y de la línea costera de Málaga debido a su ubicación y características. Por si fuera poco, el Arboretum de Jarapalos es ideal para realizar rutas en bicicleta, brindando así una experiencia completa y versátil para los visitantes.
A pesar de que el desnivel para llegar a la cima y poder contemplar el mar puede resultar desafiante para aquellos paseantes menos experimentados, la verdad es que la distancia a recorrer no es excesiva y realmente vale la pena el esfuerzo. En días despejados, la vista de la Costa del Sol con el telón de fondo de África es una recompensa gratificante. En el mapa situado debajo, se encuentra el antiguo vivero rehabilitado, que está cerca de varios puntos de interés, miradores, fuentes y otras peculiaridades. Sin embargo, el trabajo realizado en el entorno se puede apreciar en la ruta que parte desde la base de la montaña y se inicia desde Alhaurín de la Torre. Es un pequeño paraíso que no es muy conocido en los alrededores de la capital malagueña y que continuará necesitando la responsabilidad cívica de sus visitantes para seguir prosperando.
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