Unas albóndigas para Hollywood

Más personal, más clientes y más albóndigas desde los Goya 2016

El dueño del bar Hermanos Rodríguez asegura que han pasado de hacer tres kilos para dos días a hacer ocho por jornada

Mariola Ruiz

Málaga, 03 de febrero 2017 - 02:03

Quién le diría a Paca Domínguez, hace 45 años, que sus albóndigas caseras serían una de las protagonistas en la gala de los Premios Goya de 2016. Cuando su marido y ella montaron el café bar Hermanos Rodríguez en 1972 no sabían que su receta sería degustada, años después, por el actual ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo. Este bar familiar, tan añejo como su barriada (La Paz), ha pasado de generación a generación, ofreciendo a sus clientes unos menús muy caseros, de esos que gustan a todo el mundo porque son "de toda la vida".

Este negocio realizaba con normalidad su rutina diaria hasta que en febrero de 2016 (mañana se cumple el año) el famoso humorista malagueño Dani Rovira, durante la presentación de la gala de los Premios Goya, se dirigió al ministro de Cultura y dijo: "le voy a invitar a usted a Málaga. Nos vamos a ir a un bar que se llama los Hermanos Rodríguez, nos vamos a sentar en una mesa a la derecha Tim Robbins, a la izquierda Juliette Binoche... y por 8 euros (el menú) nos ponen allí unas almóndigas".

Manuel Ramos -dueño del bar- estaba viendo la gala en ese momento cuando se sorprendió por la inesperada invitación. "Me quedé con la boca abierta. Me acuerdo que pensé: esto no puede ser verdad", recuerda. "Es verdad que al día siguiente los clientes hablaron mucho, pero no pensé que llegara a más", manifiesta. Dos días después la prensa, la radio y televisión se acumulaban en las puertas del restaurante para hablar con ellos, "fue increíble, algo espectacular".

¿Cómo ha cambiado desde entonces la rutina de este restaurante? Y, sobre todo, ¿qué ha pasado con las famosas albóndigas de los Goya? "Antes de la mención hacíamos dos kilos o tres para tres días y ahora hacemos ocho kilos al día", afirma Ramos. Clientes de todos los rincones de la ciudad, de los municipios e incluso fuera de la provincia, todos quieren probar este popular plato. "Gente de Galicia que han venido de vacaciones se han pasado expresamente por aquí. También, me sorprendió una pareja que había venido en un crucero y vinieron al restaurante a comer, ¡con la pila de restaurantes que hay en el centro y han venido aquí!", resalta sorprendido.

Pero para sorpresa, la que se llevaron cuando meses después (en mayo) la secretaría del ministro llamó al restaurante para reservar una mesa. "Al principio creía que era una broma de algún cliente o de la radio", recuerda divertido. Aunque en marzo interactuaron con el mismo Iñigo Méndez de Vigo a través de Twitter, no pensaron que realmente recibieran la visita. Ramos rememora el momento: "Fue una grata sorpresa. Lo recuerdo como un hombre cercano, muy cariñoso con nosotros".

Y debió gustarle las receta al ministro porque repitió visita el pasado diciembre. "La sorpresa fue doble porque que te ocurra una vez en la vida es complicado, pero que te ocurra dos ya es el nova más", manifiesta.

Las cosas no les han podido ir mejor. Gracias a la mención el trabajo se ha multiplicado, tanto que ha sido necesario traer a nuevo personal. "He tenido que contratar a tres personas más, éramos cinco en plantilla y ahora somos ocho. Gracias a esta mención se ha podido dar un puesto de trabajo. Son tres familias más que, gracias a Dios, están comiendo de esa publicidad. Es muy reconfortarte", explica. "A Dani [Rovira] y al ministro le estaremos siempre agradecidos siempre, aquí tienen su casa", añade complacido.

Además, ahora es más fácil localizarlos a través de Internet gracias a las cuentas deFacebook, Twitter y a la animada página web que crearon desde entonces. "Estamos muy contentos de habernos puesto al día porque gracias a las redes sociales nos han conocido mucha gente". Nadie quiere perderse sus albóndigas.

¿Qué tiene de especial estas pelotitas de carne en salsa de almendras? Lo cierto es que, según confiesa Manuel, no hay misterio. El plato es una receta de las que se hacen en casa desde siempre, una de esas fórmulas que pasan de madre a a hija. Quizá es esto lo que las hacen tan peculiares: que son caseras. Y todo el mundo sabe que como en casa no se come en ningún sitio. "Ponerle buena materia prima y hacerlas con cariño", es el truco según Manuel.

Pero no solo tienen el plato Goya, su cocina es muy variada. En su amplia carta se encuentran delicias como estas: carrillada, rollitos de cerdos de jamón y queso, solomillo al ajillo, riñones al Jerez, pescado fresco de la tierra... En resumen comida de la de siempre. "Nosotros reivindicamos la cocina de siempre, de toda la vida, que ha gustado y sigue gustando".

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