La farola

Casa Peña: cerámica, raíces y el simbolismo de lo andaluz

Cerámica de Casa Peña.

Cerámica de Casa Peña.

Si unes el arte de la cerámica, trazos castizos que recuerdan a lo andaluz y mensajes, frases y dichos cotidianos del sur, posiblemente te salga Casa Peña. Detrás de esta cerámica de autor se encuentra Cristina Peña, una polifacética malagueña que se ha labrado un pequeño hueco entre los artesanos de Málaga con su diferente apuesta, así como a los más de 14.000 seguidores que se han quedado a bichear todos y cada uno de los platos, tazas, teteras y jarrones que ha ido dando forma con sus manos, pero sobre todo con su imaginación

"Romero, romero, déame lo güeno dentro", "clavaíta a tu mare", "malafollá", "ere el chorizo de mis lentejas", "Andalucía pa quien la trabaje" o "tengo tus luceritos clavaos" son algunas de las muchas frases que se pueden leer entre sus creaciones, mensajes que nacen de dichos malagueños y andaluces, de canciones o poemas, o incluso de iconos del andalucismo, ya sean famosos o personajes virales.

Otra de las creaciones de Casa Peña. Otra de las creaciones de Casa Peña.

Otra de las creaciones de Casa Peña.

"Desde hace dos años, el cuerpo me pide trabajar en mis raíces, en utilizar la cerámica como un medio y no como un fin, es decir, crear piezas con funcionalidad y no por estética, pero a la vez otorgarle de alguna manera un carácter casi de obra, de pieza de autor y poder utilizarla también para resignificar los antiguos oficios, nuestro pueblo, encontrar un punto de conexión que nos devuelva esa visión más humana y cálida de la vida", nos cuenta Cristina sobre su trabajo y su cerámica, y nos habla sobre su proyecto: "Consiste en trabajar para que las personas conecten con sus propios recuerdos. Y creo que es algo complicado, pues tenemos miradas y vivencias distintas, pero siempre, siempre, hay puntos en común, y en eso intento focalizar, en encontrar los comunes y compartirlos".

Diseñadora gráfica de profesión y lastrada por los límites y barreras creativas, Cristina se topó un día con un taller de cerámica cerca de casa y ahí empezó todo hace cinco años. Reconoce que gran parte de su aprendizaje ha sido autodidacta aunque también ha aprendido de la mano de Alfonso Rot, un reconocido alfarero que imparte en el centro de Málaga.

Un campero sobre uno de sus platos. Un campero sobre uno de sus platos.

Un campero sobre uno de sus platos.

"Al final esto no es una vocación ni una devoción, incluso te diría que no es mi profesión, simplemente lo que vivo me lleva a crear y lo hago", explica la mente detrás de Casa Peña, que asegura que hace "hincapié en la experiencia vivida" y que es su método para "revalorizar nuestras raíces y nuestro pasado, aquellos espacios y situaciones físicas y simbólicas, sobre todo domésticas, de que, mediante una pieza, una persona sea capaz de transitar por recuerdos con calma y sin exigencias".

Sobre su proceso creativo, algo particular, explica que funciona por estímulos: "Normalmente suena una canción de fondo, una conversación con alguien, el canto de un pájaro, algo se activa en mi, me lleva a un recuerdo y corriendo lo apunto y lo dibujo. Visualizo la pieza y la hago, no hay mucho más, simplemente me viene".

Aunque Casa Peña no se limita a la cerámica, también explora con la joyería, especialmente pendientes y anillos, donde destacan corales de todo tipo de colores. Los productos que tiene en stock pueden ser consultados a través de su página web y la puedes encontrar en muchos mercadillos habitualmente como el Red Friday de La Térmica o el de la plaza de la Merced. Una vez al mes realiza un restock en su web de 50 piezas, todas únicas, algo que recalca: "No hay modelos repetidos".

Cristina en una de sus creaciones. Cristina en una de sus creaciones.

Cristina en una de sus creaciones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios