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La Feria de Abril de Sevilla nació en el siglo XIX pero mantiene cosas simples y placenteras: buen atuendo, buenas coplas y esmerada compañía
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La colección del Museo Carmen Thyssen de Málaga tiene multitud de obras en las que se puede ver cómo era la Andalucía del siglo XIX y también cómo se vivían esas y otras festividades.
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Moda, fiesta y flirteo del siglo XIX en la Málaga del XXI.
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Otra estampa de las primeras ferias de abril de la capital sevillana, en el que se puede ver perfectamente atuendos de gala de hombres y mujeres. El puesto de rosquillas lo atiende una mujer que le ofrece a la pareja su producto. Está pintado en pleno romanticismo y en una época en la que las capas eran la seña identidad española. También se puede ver en la sala de paisajes románticos y costumbrismo del Museo Thyssen de Málaga.
Un recorrido visual exhaustivo al ambiente de esta edición de la celebración sevillana. La Feria fuera de la muralla, con los puestos extendidos y una buena selección de escenas y personajes de diferente carácter. Una pieza exquisita que vista en el Museo Thyssen de Málaga hace que pase el tiempo mientras el espectador se recrea en los detalles de las personas de hace más de siglo y medio.
La escena ocurre en el Prado de San Sebastián y data de cuando la Feria de Abril de Sevilla no tenía ni una década de existencia. En el segundo plano, las buñueleras, las casetas y hombres negociando con la ciudad como fondo. Lleno de detalles, en la parte inferior izquierda se pueden ver cabras y cerdos esperando para ser vendidos. Está en la sala de Paisajes Románticos y costumbrismo del Museo Thyssen de Málaga.
Un cuadro con detalles de lo que rodea a la feria sevillana: se puede ver que la única caseta que no está rematada con una bandera de España es la que tiene el cartel de despacho de vino. También, medio borrado, en la primera caseta se puede ver el puesto de caracoles y vino. En primer plano, el agua, el aguardiente, los azucarillos, las mantas y muchos otros detalles que enseñan costumbres de la época.
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