La pasión por la música a Irene Molina le viene desde la cuna. Su familia siempre ha cantado flamenco y ella ha crecido entre canciones de este género musical, pero su pasión es el pop en inglés. Billie Eilish o Ariadna Grande son sus máximos referentes. Aunque sus primeros recuerdos con un micrófono en la mano los tiene interpretando canciones de la serie Violetta. Para ella llegar a la final de La Voz Kids era algo impensable, insiste que “siempre había pensado cómo sería el cantar ahí y estar ahora en la final para mí es brutal, como un sueño”. 

Canta, sobre todo, en inglés porque desde muy pequeña siempre se le ha dado bien y asegura que este es uno de sus idiomas favoritos. Eso sí, las canciones en español siempre entran en su repertorio, al igual que el italiano, ya que "canté en ese idioma en las batallas", cuenta Irene mientras sonríe recordando el momento en el que interpretó The Prayer, junto con sus compañeros Mario y Nayeli. 

Con un mensaje de una amiga de su madre contándoles que había comenzado los castings para la nueva edición de La Voz Kids, así empezó todo. En el momento en que lo supo, sin dudarlo, la joven malagueña decidió apuntarse para probar suerte por segunda vez, ya que hace tres años estuvo en el casting, pero no llegó a las audiciones a ciegas. “Hice el casting on line que envié un montón de vídeos y les gustaron, después fui al de Sevilla y por último al de Madrid”, cuenta. 

Las audiciones a ciegas llegaron antes de lo que ella pensaba y a pesar de los nervios consiguió calmarse y hacerse un hueco dentro del programa. “Estaba temblando, en otro mundo, cuando se dio la vuelta David [Bisbal] me relajé un poco, pero ha sido la vez que más nerviosa he estado”, admite. Desde el principio tenía claro que quería irse con Aitana o con Bisbal, aunque Sebastián Yatra también le gustaba. Al final se decantó por Bisbal y desde ese momento en todas las ocasiones que el coach debía tomar una decisión en la que estaba involucrada, la elegía a ella. Irene cree que “le habré tenido que gustar bastante porque ha estado apostando por mí desde el principio, es muy fuerte”.

La malagueña asegura que lo mejor que se lleva de esta experiencia son sus compañeros.

En cuanto a su evolución, esa Irene que pisó por primera vez el plató de La Voz Kids no es la misma que la que se va a subir a ese mismo escenario en la final. “Entré muy insegura, pero al ser la primera vez que me subía a un escenario tan grande estaba muy nerviosa, no conocía aquello”, asegura. Con el paso de los programas logró acostumbrarse a todo, comenzar a confiar en sí misma y familiarizarse con el público y los coaches.

Irene no se había planteado, una vez dentro del programa, la posibilidad de pasar de las batallas y apunta que cuando su coach iba a tomar una decisión “no piensas en nada, te dices ojalá digan mi nombre, pero no sabes si eso va a pasar”. Todas las veces que David ha pronunciado su nombre, la joven malagueña se quedaba en blanco y una vez que lo asimilaba sostiene que “me alegraba muchísimo y me iba con mis padres y mi hermano”. 

Si pasar de las batallas no entraba en sus planes, el hecho de que Bisbal la eligiera para ser finalista nunca se le había pasado por la cabeza. Después de interpretar Human de Christina Perri y quedar satisfecha con su trabajo, se enfrentaba al último veredicto. “Yo pensaba que David iba a elegir a Triana, pero cuando la eligió el público pensé que tenía posibilidades”, admite, pero también sostiene que estaba tranquila y que si no la elegía a ella, se habría ido del programa muy feliz por cómo lo había hecho y por sus compañeras.

A lo largo de todo el programa, su familia ha sido su mayor aliado en esta experiencia. Allí donde iba Irene, siempre estaba acompañada de sus padres y sus hermanos. Para Leticia, su madre, acompañar a su hija en esta experiencia también ha sido increíble y aunque para poder acompañar a Irene a Madrid a los programas lo han tenido complicado por el trabajo, asegura que volvería a hacerlo todas las veces que hiciera falta. 

Irene Molina también se presentó al programa de Canal Sur 'Tierra de Talentos', donde interpretó temas de Lady Gaga, Mecano y Ariadna.

La Voz Kids ha sido "inimaginable e increíble" para Irene, que también remarca que lo mejor han sido sus compañeros. Blanca, Triana, Aroa, Rocío o Pol son algunos de esos compañeros que han acabado siendo amigos con los que de noche en el hotel entre programa y programa se iban a las habitaciones para cantar y jugar, "que bien nos lo pasamos”. 

Este no ha sido el primer talent show al que se ha presentado la malagueña. El primer programa al que se  presentó fue el de Canal Sur llamado Tierra de Talentos. Durante La Voz Kids solo ha cantado en inglés, pero en el programa andaluz sí se decantó por el español, lo cual considera que fue un reto, e interpretó un tema de Mecano, “me pilló un poco por sorpresa, pero lo llevé a mi estilo y salió bien”. 

Antes de presentarse a Tierra de Talentos y La Voz Kids, pocas veces su voz ha salido de las cuatro paredes de su cuarto. Sus compañeros de clase y su familia han sido su público hasta este momento. Su siguiente paso, tras la final de este último programa, es seguir formándose. Toca el piano desde hace tres meses, va a empezar Bachillerato de Artes (Música y Danza) y la idea de presentarse a otro programa televisivo está en su mente y no descarta que suceda pronto. 

Ahora su última parada en La Voz Kids llega este viernes en Antena 3. La suerte está echada e Irene Molina está preparada para disfrutar de la final programa y para ponerle el punto y final a una experiencia que asegura que repetiría sin dudarlo.