Es uno de los puntos de la comunidad autónoma andaluza con más patrimonio natural. La frontera entre las provincias de Málaga y Cádiz cuenta con cientos de espacios peculiares de alto valor ecológico, decenas de bonitos pueblos blancos con un extenso pasado histórico, cultural y gastronómico. Ambas provincias comparten los parques naturales de Grazalema y Los Alcornocales, aunque estos parques tienen una extensión mucho más grande en la zona gaditana. Esta región es estratégica y ha estado habitada desde la Prehistoria, sirviendo como puente entre el Atlántico, el Mediterráneo, Europa y África.

Bosque mediterráneo, majestuosos macizos montañosos que funcionan como barrera ante los vientos, una estratégica conexión entre los dos mares y una rica biodiversidad son solo algunos de los aspectos destacados de los parajes que separan ambas provincias. Pueblos encantadores como Cortes de la Frontera se extienden a lo largo de esta región de gran privilegio, que ofrece una amplia gama de actividades centradas en la naturaleza y su valioso patrimonio.

Los pueblos blancos, un clima favorable y los elementos naturales convierten esta área de Andalucía en una joya medioambiental. Aquí, encontrarás diversas especies de flora y fauna, climas únicos en la región con características singulares influenciadas por la topografía del terreno y vientos especiales del océano Atlántico, además de una multitud de paisajes espectaculares. Este rincón de la península ibérica es verdaderamente excepcional.

Parque Natural de la Sierra de Grazalema

Al noroeste de la provincia se encuentra este parque de naturaleza más pequeña en extensión pero que comparte algunas particularidades de flora y fauna con Los Alcornocales. Sin embargo, su geografía lo diferencia notablemente. Este parque está formado principalmente por rocas calizas, lo que da lugar a la presencia de aguas subterráneas que forman cuevas tan espectaculares como la del Hundidero o la Cueva del Gato. Además, la ubicación de la Sierra de Grazalema funciona como una especie de muralla natural contra los vientos húmedos procedentes del Atlántico, lo que resulta en puntos con algunos de los registros de precipitación más altos de toda España, un fenómeno sorprendente en el sur de la península ibérica.

Con una gran diversidad de fauna y flora, el pinsapo se destaca como protagonista en diversas áreas del paisaje. Estos árboles son emblemáticos por su frondosidad y características únicas en el parque natural. Además, la región alberga un rico patrimonio histórico que abarca todas las épocas, así como pintorescos pueblos blancos donde el agua desempeña un papel destacado, como Benaoján, Grazalema y Jimera de Líbar. Dada la variedad de flora presente en este entorno, prácticamente cualquier momento del año, excepto el invierno, es propicio para visitar esta joya natural de Andalucía. Sin embargo, es fundamental adoptar medidas de precaución para preservar esta región, al igual que en el Parque Natural de Los Alcornocales y en todo el área fronteriza entre las provincias de Cádiz y Málaga.

Parque Natural de Los Alcornocales

Este parque natural es uno de los más grandes en extensión de toda España y se extiende desde la costa de Tarifa hasta los territorios de Ubrique o Cortes de la Frontera. Comprende 18 municipios y alberga a casi 400.000 personas, siendo el bosque mediterráneo, dominado por alcornoques, la característica predominante en esta región. La posición geográfica y la topografía única de esta área contribuyen a un clima especial caracterizado por más viento y humedad en comparación con otras regiones, lo que fomenta una densa vegetación. Se ha identificado que parte de este parque natural alberga los últimos vestigios de las selvas mediterráneas, algo que se hace evidente en lugares como el Puerto de La Higuera y sus alrededores. En las zonas más alejadas de la costa, el pico del Aljibe destaca por sus impresionantes vistas panorámicas.

Con una extensión tan vasta como la del Parque Natural de Los Alcornocales, que abarca casi 168.000 hectáreas, se pueden encontrar una gran variedad de paisajes, y la presencia abundante de agua en muchas áreas hace que estos entornos sean realmente singulares en comparación con otras regiones de Andalucía. Entre ellos, se encuentran impresionantes cañones que parecen sacados de lugares remotos, como el Cañón de Las Buitreras, un monumento natural de la zona que, aunque poco conocido, es verdaderamente hermoso. La mayoría de los pueblos conservan el legado andalusí en su trazado urbano y en sus alrededores se encuentran yacimientos de prácticamente todas las épocas, desde la Prehistoria hasta tiempos más recientes.