La sección de 'Viajes' de National Geographic es una de las grandes referentes sobre el turismo español. Desde los pueblos más recónditos hasta las curiosidades más singulares, repasan toda la geografía de nuestro territorio. Pese a la inmensidad de ésta, se para uno de los pueblos de Málaga, al que se rinde ante sus encantos y califican como el "pueblo entre el mar y el cielo" que "es el secreto mejor guardado de Málaga". Sí, hablamos de Frigiliana.

"El centro histórico de este tesoro de la Andalucía oriental, de reminiscencias moriscas, ha sido múltiples veces elogiado y premiado. No en vano, es uno de los 100 pueblos más bonitos de España según los expertos de Viajes National Geographic", destacan desde la revista, que da un repaso por todos los rincones del municipio.

La herencia de Frigiliana es algo que les encandila: "Asomado en el horizonte al Mediterráneo, distante unos 6 km, el núcleo más antiguo de Frigiliana es uno de los mejor preservados de la provincia: de origen morisco-mudéjar, está declarado Conjunto Histórico-Artístico". Destacan de sus calles que "el callejón El Garral es uno de los más buscados y fotografiados, junto con las calles Real, la de Hernando el Darra, Alta, Zacatín y la callejuela de la Amargura".

"El pueblo se aferra a un cerro donde la roca se confunde con los pocos restos de su antiguo castillo, originariamente erigido en el siglo IX", mencionan sobre la loma del castillo, también resaltan "la plaza de San Antonio de Padua, donde se alza la iglesia del mismo nombre, de origen mudéjar y concluida en estilo renacentista en 1676". Tampoco pasan por alto como puntos claves de la geografía aguanosa –gentilicio coloquial del pueblo–, "el Palacio de los Condes de Frigiliana, originario del siglo XVI, fue convertido en la sede de la fábrica de miel de caña Nuestra Señora del Carmen", así como "la vecina Casa del Apero, del siglo XVIII, que estaba destinada a granero, caballerizas y almacén de enseres de labranza".

Frigiliana

El artículo también hace mención tanto a la Fuente Vieja que se llega "subiendo o bajando por la empinada calle del Chorruelo se llega a esta histórica fuente del siglo XVII", el Jardín Botánico de Santa Fiora, que "reúne las plantas que han sido de utilidad para los habitantes de Frigiliana a lo largo de los siglos" o el Torreón y la Ermita del Ecce Homo.

Por último dan una recomendación gastronómica de Frigiliana, que paran ya sea en el centro histórico o el barrio nuevo, allí apuntan a que prueben toda la herencia morisca del pueblo como puede ser "el choto (cabrito) con salsa de almendras o unas batatas o berenjenas con miel".