La farola

Vapear, una peligrosa moda que pone en riesgo la salud de los jóvenes

Una persona fuma vaper.

Una persona fuma vaper.

La necesidad de dejar de fumar o probar nuevas formas de consumo menos perjudiciales ha puesto de moda el uso del vaper. Estos dispositivos, conocidos a su vez como cigarrillos electrónicos, parecen convertirse en el método de consumo alternativo para los que quieren huir de fumar.

Entre los jóvenes, el consumo crece a medida que actores, influencers y streamers conocidos, seguidos en su mayoría por adolescentes, patrocinan e incitan al uso de estos dispositivos. Según la encuesta realizada por el Observatorio de Asociación Española contra el Cáncer, el 57,1% de los encuestados reconocieron que ese es el motivo que hace que esté tan de moda. El resto de adolescentes encuestados afirman que usan el vaper porque no deja malos olores (53,1%), "es más fácil dejarlo (51,4%)" o es una experiencia "buena para compartir entre amigos (37,6%)".

La inconsciencia sobre sus riesgos y daños a largo plazo motiva a los jóvenes a consumirlo diariamente, ya que diversos estudios sugieren que el vapeo de nicotina puede ser menos dañino que los cigarrillos tradicionales. 

Según la última encuesta del Ministerio de Sanidad, el consumo de los cigarros electrónicos mantiene elevadas cifras entre los más jóvenes. Entre los chicos de 16 y 18 años el 48,1% vapea, mientras que el 60,7% lo hace con cartuchos sin nicotina. Andalucía es la tercera comunidad autónoma con mayor porcentaje de jóvenes que vapean a diario con un 46,9%, por detrás de Extremadura (50,7%) y Murcia (47,1%).

Perjudicial para la salud

Su sencillo funcionamiento es otro de los atractivos que hace que estas cifras aumenten constantemente. La inhalación activa la batería que contiene un dispositivo de calentamiento. Este calienta el líquido del cartucho y lo convierte en vapor para su inhalación.

Con el vapeo, los pulmones se exponen a una variedad productos químicos perjudiciales como propilengicol, glicerina vegetal, saborizantes actos para comer pero no para inhalar, nicotina, y en ocasiones, marihuana, según explica el Dr. Thomas Eissenberg, experto en investigación del tabaco en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia.

“Y todos esos se calientan en un pequeño reactor, que es un cigarrillo electrónico. Cuando se calientan, esos componentes pueden convertirse en otros químicos potencialmente peligrosos", añade Eissenberg.

Ante el suministro constante de estos componentes, los pulmones sufren sus consecuencias de un modo similar que el consumo de tabaco tradicional. La falta de aire, provocada por más de 200 inhalaciones al día, es uno de los principales efectos a corto plazo.

En el caso de que el consumo del vaper contenga nicotina o marihuana, el riesgo se incrementa con creces. Según varios estudios, aquellas personas que vapean nicotina pueden ser más propensos a fumar cigarrillos tradicionales. 

El vapeo de marihuana también se ha incrementado entre los más jóvenes durante los dos últimos años. Según el Instituto Nacional de Salud, alrededor del 20% de los estudiantes de último año de secundaria vapearon marihuana el último año.

Un mínimo de edad establecido para comprarlo

Ante numerosas denuncias de padres y madres por el consumo habitual de menores de edad de los "vapeadores" desechables con llamativos colores en Cádiz, se promovió la toma de consciencia sobre esta ilegalidad. De este modo, se han establecido leyes con el objetivo de frenar su consumo entre niños y adolescentes y su fácil compraventa a través de particulares por redes sociales.

Según queda establecido, el consumidor debe tener 21 años para comprar tabaco, incluyendo los productos de vapeo. En el caso de las empresas, estas ya no podrá producir ni vender sabores como fruta y menta que promuevan la compra por parte de los niños. 

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