El Día Mundial del Medio Ambiente se vive en Málaga entre formaciones imposibles, cabras montesas y los últimos pinsapares de Europa

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El Torcal de Antequera y las sierras de las Nieves y Grazalema
El Torcal de Antequera y las sierras de las Nieves y Grazalema

Cada 5 de junio se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la necesidad de proteger y conservar el entorno natural. En la provincia de Málaga, este día cobra un sentido especial gracias a la riqueza ecológica que caracteriza su territorio, donde conviven parques nacionales, espacios naturales protegidos, biodiversidad única y paisajes de un valor incalculable. Desde la Sierra de las Nieves hasta el Torcal de Antequera y la Sierra de Grazalema, el patrimonio medioambiental malagueño se convierte en protagonista en esta efeméride global.

Parque Nacional de la Sierra de las Nieves: el corazón verde de Málaga

El Parque Nacional de la Sierra de las Nieves representa el máximo exponente de protección medioambiental en la provincia. Declarado parque nacional, este espacio cuenta con una geografía privilegiada, una biodiversidad extraordinaria y un conjunto de paisajes que reflejan la esencia más salvaje y auténtica del sur peninsular.

En su interior se alternan profundos barrancos, cumbres escarpadas, sistemas kársticos y densas formaciones vegetales, entre las que destacan los pinsapares. Esta especie, reliquia botánica del periodo terciario, es uno de los símbolos de este entorno y uno de los motivos por los que se le ha otorgado el más alto nivel de conservación legal en España.

La historia del parque también está ligada a la recolección de nieve, actividad que dio nombre a este enclave y que se desarrolló durante siglos gracias a los neveros naturales de la zona. Hoy, senderos, rutas de espeleología y cursos de agua permiten conocer un espacio natural cuya riqueza no deja de sorprender.

El Torcal de Antequera: un museo de piedra a cielo abierto

Situado en el norte de la provincia, el Torcal de Antequera es uno de los paisajes kársticos más singulares de Europa. Sus caprichosas formaciones rocosas, moldeadas durante millones de años, han creado un auténtico museo geológico al aire libre. Las columnas, pasillos, torres y simas que definen su relieve configuran un entorno que, además de impresionante, es hogar de una fauna muy característica.

Entre las especies que habitan el Torcal destacan las cabras montesas y aves rapaces como el halcón peregrino o el búho real. Esta combinación de formas rocosas imposibles, biodiversidad singular y ausencia de grandes masas boscosas otorgan al espacio un carácter único.

La flora del Torcal está dominada por matorrales y arbustos adaptados a las condiciones extremas del terreno calizo, lo que genera un contraste notable respecto a otras zonas de la provincia. El valor paisajístico y ecológico de este enclave ha sido reconocido desde hace décadas, convirtiéndolo en uno de los espacios naturales más emblemáticos de Málaga.

Parque Natural de la Sierra de Grazalema: donde llueve más y brota la vida

El Parque Natural de la Sierra de Grazalema se extiende entre las provincias de Cádiz, especialmente, y Málaga, de la que abarca varios municipios de la Serranía de Ronda como la propia Ronda o Benaoján, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar y Montejaque. Su principal rasgo distintivo es su elevado índice de pluviosidad, el más alto de Andalucía, que propicia la formación de un ecosistema frondoso y diverso.

Este entorno alberga especies en peligro de extinción, como el alimoche, el buitre leonado o el cangrejo de río autóctono, en coexistencia con una flora excepcional entre la que destacan los pinsapos, una especie endémica de esta zona del sur europeo. Su presencia en la Sierra de Grazalema convierte a este parque natural en uno de los últimos refugios de estos árboles únicos.

Además, en sus cuevas, como la popular Cueva del Gato, se combinan el atractivo natural con un notable valor geológico y paisajístico. El parque no solo resguarda un rico ecosistema, sino también un conjunto de tradiciones y modos de vida vinculados al entorno, preservados por los municipios que forman parte de este enclave protegido.

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