Málaga es una ciudad que tiene muchísimo que ofrecer y por lo tanto está muy de moda. La ciudad andaluza tiene buen clima y playa, además de una oferta cultural inmensa. A sus conciertos (hace poco actuó Rosalía a escasos 37 kilómetros de la ciudad y próximamente artistas como Malú, María Becerra o Enrique Bunbury visitarán la capital de la Costa del Sol) hay que sumarle sus museos. El Museo Picasso es el mayor reclamo, pero encontramos otros como el Thyssen o el Centre Pompidou que también atraen cada año miles de visitantes.

Pero además, la riqueza cultural de un lugar la marca también su forma de expresarse y su gente. En Málaga, algo que no todo el mundo sabe es que pedir un café es casi tan característico como un acento. 

¿Cuáles son las formas de llamar al café en Málaga?

1. Solo

El más sencillo. Un café solo, sin leche.

2. Largo

Es casi un café solo. En este caso lleva muy poca leche. Aproximadamente un 10%.

3. Semi-largo

El semi-largo lleva algo más de leche que el anterior. Más o menos un 20%.

4. Solo corto

Cuando se añade más leche que en el semi-largo pero no llega a ser 50% café, 50% leche.

5. Mitad

En este caso sí. Un 'mitad' lleva la misma cantidad de café que de leche así que si queremos bebernos en clásico café con leche podemos pedirlo de esta manera.

6. Entrecorto

Si queremos que la leche tenga un poco más de protagonismo que el café debemos pedir un 'entrecorto'.

7. Corto

No se debe confundir este tipo de café con un 'cortado', pues es todo lo contrario. El 'corto' lleva un 30% de café y un 70% de leche,

8. Sombra

Cuando se quiere una pizca de café y que la leche predomine en la taza, lo mejor es pedir un 'sombra' para que en el bar nos entiendan a la perfección.

9. Nube

Conocido también como un 'manchado'. El 'nube' es un vaso de leche con una cantidad ínfima de café.

10. No me lo ponga

Es lo que se dice cuando optas por un zumo, un refresco o cualquier otra bebida y dejas de lado al café.

¿Cuándo nacen estos tipos de café?

A todos nos ha pasado que pedimos un café que se salga un poco del clásico con leche y en el bar entienden otra cosa y nos traen algo completamente distinto a lo que queríamos. Para evitar que esto ocurriese, en la década de los 50 en el Café Central de Málaga surgió la idea de llamar así a los cafés.

Concretamente en 1954, José Prado Crespo, el dueño del establecimiento, 'bautizó' los tipos de café para evitar toda confusión. Algo que perdura todavía hoy, más de 60 años después.